Al final, lo que muchas veces suele destacarse de un discurso es la paja. Eso es lo que le pasó al presidente Zapatero tras haberse sometido ayer al interrogatorio de los ciudadanos en el programa Tengo una pregunta para usted, de Televisión Española.Pocos medios de comunicación han dejado de destacar la anécdota de los famosos 80 céntimos que, según Zapatero, cuesta una taza de café en la calle. De lo que se deduce que si los profesionales de la información resaltamos eso, es que eso es “noticia”. Porque, ¿quién si no los periodistas convertimos la información en noticia?
Y para muchos, la noticia estuvo en la anécdota. No en el terrorismo, en la inventada cuestión navarra, en el paro, la educación y la sanidad, en la inmigración, el coste de la vida o el despoblamiento del medio rural, las políticas económicas o la industrialización...
La noticia son los 80 céntimos por un café. Por eso, en días sucesivos veremos decenas de reportajes acerca de lo que cuesta una taza de negra cafeína en las cafeterías del país.
Personalmente, me quedo con tres ideas:
El programa. Plantea un nuevo formato, fresco y entretenido, en medio de tanta insipidez. Un reto que otras televisiones deberían fomentar y mejorar.
Los ciudadanos. Es sorprendente la soltura con que, en general, se desenvolvieron. No se conforman con preguntar: meten el dedo en el ojo. El presidente pudo comprobarlo.
El político. Quien esperase otra cosa, probablemente pecase de ingenuo. ¿No lo es, acaso, pensar que respondería afirmativamente a la pregunta de si facilitaría el procesamiento, por el Tribunal Penal Internacional, de José María Aznar por supuestos crímenes de guerra? Con todo, nadie antes de Zapatero de atrevió a tanto. El político esquiva la responsabilidad directa como el gato huye del agua. El programa de ayer es un riesgo electoral para cualquier político. El presidente lo sabía, pero recogió el guante.
Con todo, lo importante y lo de verdad noticiable, para mí, es el propio programa.
La Huella Digital
Porsilasmoscas.net
Arsenio Escolar
4 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo en que la anécdota "impedirá ver el bosque". En cualquier caso, aún a riesgo de toda la punta que se le sacará al tema cafeínico, ha valido la pena. Cunda el ejemplo.
Es cierto, los comentarios sobre el precio del café son patéticos y producen vergüenza ajena (sin olvidar de que hay muchos bares, sobre todo en villas y localidades de menos de 10.000 habitantes donde cobran 80 céntimos... aunque no en Madrid, "capital delmundo mundial del periodismo serio")
Es la primera vez un presidente degobierno español se atreve a comparecer en vivo y en directo delante de cien ciudadanos y lo más importante es el precio del café... Insisto, patético y preocupante.
Me gustaron el formato y la idea del programa. Salir airoso de algo así es difícil.
Yo creo que Zapatero era en ese momento el hombre más estresado de España.
Su principal error, desde mi punto de vista, fue hablar casi como si estuviera en el Congreso, no adaptar su mensaje a la audiencia.
Ya tengo ganas de ver a Rajoy, aunque cuenta con dos ventajas: no haber sido el primero y no tener que rendir cuentas.
En efecto, me parece patético y preocupante, como dice Félix, que se trate de sacar punta a algo tan ridículo como el precio de una taza de café. Fuera de Madrid se pueden tomar muchos cafés por menos de un euro. Y también coincido con David en que Rajoy lo tendrá mejor. Saludos.
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