Si yo fuera niño -hay golondrinas que ya no volverán-, me sentiría como mis vecinitas, que aún no han cumplido ocho años y ya se sienten emocionalmente acosadas y agotadas por la cantinela de la vuelta al cole.
"Si es que son unos pesados", le dice Noa a María, hartita de que a cada momento le pregunten si no está ansiosa de volver a la escuela después de tanto tiempo de vacaciones, y hartita también de la publicidad que, por el mismo motivo, los pinta alegres, cargados hasta el flequillo y arropados como para una expedición al polo.
Los niños están inquietos e hiperactivos en vacaciones, antes ya de comenzar el curso. Es comprensible. De hecho, empezaron a estresarse con las promociones de libros escolares y de tendencias textiles para el invierno, ¡en pleno agosto!. Yo también me estresaría imaginándome con botas, pantalones de pana, jersey y anorak, bufanda, orejeras y gorra para contener el frío.
¿Quién quiere volver al cole en esas condiciones en pleno mes de agosto? ¡Ni en septiembre!
6 comentarios:
Es tremendo ver cómo, por ejemplo, la publicidad en televisión se dirige cada vez más al público infantil tratándole de adulto. Pero como adultos consumistas. Ya no son solamente los anuncios de juguetes. Ahora es también la moda, la perfumería infantil, el estilismo baby. Un horror sin duda estresante y fuente de ansiedad para unos críos que deberían recibir otros mensajes.
En esto de la vuelta al colegio, aparte de mil y un detalles como el que comentáis el autor del "post" y Ortiz, hay un aspecto que me parece aberrante:
Hay quienes afirman que la vuelta al cole cuesta entre 800 y 1.300 euros por familia --tales son las cofras más repetidas en los medios--. Mi hijo pequeño, el que todavía escolarizado, acude a un centro concertado y, salvo la ropa --sin olvidar que el niño necesita vestirse con independencia de que vaya al cole, porque no puede-debe ir desnudo y porque crece-- la vuelta al colegio nos costará la cuota del APA: ¡NADA MÁS!
Por cierto, vivo en Coruña (Galicia-España), no en Suecia ni en Dinamarca...
Saludos.
No sé; a mis hijas no les apetece volver al cole (¿quién quiere encerrarse después de dos meses de libertad?)
y no e extraña: el cole es un muermo en el que las clases no presentan el más mínimo aliciente para querer volver.
Sólo conozco una niña que quiere volver, y dice que es que se aburre en casa.
¡Qué pena!
La publicidad hace la campaña de la vuelta al cole cada año más pronto. Estoy de acuerdo con vosotros que sólo buscan que los pequeños escolares (y sus sufridos padres) consuman cuanto más mejor.
Respecto a las ganas que tienen (o no) de volver al cole hay de todo... Preguntadles a ellas y ellos...
Saludos.
El dato que aporta Félix me parece muy relevante a la hora de tener en cuenta la cantidad de información que se oculta o se desconoce sobre loa realidad escolar. No sé quién hace esos promedios, pero es verdad que siempre son del mismo calibre y nunca nos refrescan la memoria de la forma en que Félix lo ha hecho.
Saludos. Gracias a todos.
Y saber que yo era de las que esperaba ansiosa la vuelta al cole, me encantaba todo el proceso, especialmente escoger el nuevo bolso y el papel para forrar los cuadernos jijiji. Un abrazo!
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