Algunos trenes ofrecen servicios imposibles para la mayoría de las personas, que otras muchas tardarán todavía años en recibir, si es que llegan a verlo.
Internet de banda ancha en un tren de alta velocidad. Encaja. El anillo y el dedo. El guante de seda y la mano ociosa.
Eso sí, otro privilegio de pocos.
Visto en Diario de hoy
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, Guillermo. Internet sigue siendo privilegio de pocos, y en algunos lugares, como el tren por ejemplo, de poquísimos. Saludos y gracias por enlazar.
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