En las escuelas y en los colegios, un gran movimiento de solidaridad rodea a los hijos de hombres y de mujeres "sin papeles" amenazados de expulsión. Este movimiento es esencial para la sociedad francesa: los niños de las escuelas son los niños de este país, son los niños de la República. A título individual o en el seno de asociaciones, cineastas han asumido el compromiso de apadrinar y de proteger a estas familias en dificultad y en peligro. La decisión de hacer una película colectiva se ha impuesto rápidamente entre nosotros. Para realizar esta película, nos hemos dirigido a la Red Educación Sin Fronteras (RESF) y a los maestros, quienes nos han presentado a algunos de sus alumnos, hijos de aquellos a quienes llaman «sin papeles». Con el acuerdo de sus padres hemos trabajado con ellos en talleres de escritura. Los niños nos han relatado sus situaciones, han confrontado sus experiencias. De estos intercambios ha nacido un texto (el que estás leyendo) y de ese texto ha nacido una película. Su película. Una forma simple que lleva su palabra y su historia. Una historia de miedo y de sufrimiento. Los niños han participado en este trabajo con su pasión y sus esperanzas. Esperanza de que se acabe la arbitrariedad, que hace siempre de ellos los niños de los "sin papeles", los niños de los rechazados. Esperanza de vivir sin el miedo cotidiano de ser expulsados. Pasión por aprender y por crecer en un país que es el suyo como es el nuestro. Estos niños deben vivir entre nosotros. Hoy es urgente proclamar: ¡Déjenlos crecer aquí!
Lo que vas a ver es la película rodada con algunos de esos hijos de familias rechazadas por el Gobierno de un país que ha enseñado al mundo los valores de una República -paradigma de libertad, igualdad y fraternidad- levantada con el esfuerzo y la vida de millones de personas que lo único que tenían y tienen blanco son los dientes y las órbitas de los ojos.
¡Déjenlos crecer aquí!
Enlaces relacionados:
Jurídicamente impecable, humanamente indecente
Mañana podrías ser tú
Lo que vas a ver es la película rodada con algunos de esos hijos de familias rechazadas por el Gobierno de un país que ha enseñado al mundo los valores de una República -paradigma de libertad, igualdad y fraternidad- levantada con el esfuerzo y la vida de millones de personas que lo único que tenían y tienen blanco son los dientes y las órbitas de los ojos.
¡Déjenlos crecer aquí!
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Mañana podrías ser tú
Cuando los nazis vinieron
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas
guardé silencio
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas
no protesté
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos
no protesté
porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas
guardé silencio
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratasporque yo no era comunista.
guardé silencio
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas
no protesté
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos
no protesté
porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
5 comentarios:
Migra, el otro día estuve con Enrique de Castro, Párroco de Vallecas y me explicó la forma en la que se están llevando a cabo deportaciones a menores inmigrantes en España. Poco ruido, casi en silencio, pero de forma continua. Terrible.
Estupendo el post de hoy y me alegra que pongas el nombre del autor del poema, siempre se lo asignan al gran B. B.
Besos,
Las miradas de muchos menores inmigrantes están marcadas por ese miedo que ellos refieren, por la seriedad que acompaña a unas responsabilidades precoces que han de alternar con el juego, y por la tendencia a esa huidiza retirada de quien no se siente miembro de propio derecho.
Fantástico post, y fantástico poema.
Un abrzo.
No se debería jugar tan alegremente con el futuro de las familias, de los niños, de las personas en definitiva, ni aquí ni en Francia. Gracias a ambos. Saludos.
Hemos incluido MigraMundo en la lista de siete bitácoras que a nuestro criterio merecen ser destacadas con el Premio Blog Solidario. Un abrazo.
Coincido con Guillermo Pardo, hay ceguera para ver el futuro.
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