jueves, 13 de diciembre de 2007

El efecto llamada del engaño

No vienen sólo porque no tienen qué comer, sino porque les deslumbran las imágenes de televisión y el verbo alegre de los desaprensivos que se lucran con su desgracia.
Las televisiones europeas muestran un mundo ante el que cualquier desgraciado pierde el sentido: las calles y avenidas de las ciudades modernas aparecen limpias de polvo, la gente se pasea por ellas vestida y sin aparente preocupación, las moscas no se meriendan a los niños al pie de los rascacielos, donde el sol reluce sin quemar; no hay huella de ejércitos ni guerrillas y ni las fiebres ni el sida siembran el suelo de moribundos. Con ese panorama, ¿cómo no creer en el reino de Jauja?
Si añadimos las leyendas fantasiosamente relatadas por los tratantes de carne humana sobre la bonanza, la opulencia y lo fácil que es gastar acelerador en el Mercedes europeo, el caldo de cultivo para aprestar la patera y el efecto llamada del engaño están servidos.
No hay regulación más efectiva que lo que ven tus propios ojos. Lo dice Secka Mbaye, presidente de la Asociación de Inmigrantes Africanos de Canarias: “Los gobiernos de África deberían enseñar las muertes que provoca la inmigración”. Cuatrocientas ya en lo que va de año, uno de los roles mortuorios más altos del decenio.
En Senegal y Mauritania ya se ven esas imágenes de cuerpos exhaustos, mordidos por la muerte, sobre las negras arenas (como el luto mismo, ¡qué sarcasmo!) de las playas canarias. Por eso, cientos de familias preguntan por el incierto destino de los suyos a Secka Mbaye, quien, cansado ya, no quiere ni coger el teléfono para no repetir, llamada tras llamada, el mismo mensaje de desesperanza.
El problema, sin embargo, no acaba ahí. Ahora el mar se traga a más escuálidos aventureros porque los viajes son más largos a causa de la presión de la policía fronteriza europea, pero nadie lo advierte a quien debe saberlo.
Esa labor queda por hacer, en este contexto, en esos países a los que sólo llegan las imágenes del engaño.

Imagen: 86 negritos / Boris Hoppek

8 comentarios:

JLuis dijo...

Buscar un futuro (ni siquiera mejor, simplemente un futuro) es un derecho y, prácticamente un deber para con uno mismo. ¿Quién no se lo plantearía?, ¿Quíen puede firmar que en una situación similar no se embarcaría...?

En buena parte conocen los riesgos y consecuencias pero la esperanza es mala compañera de la cautela.

Estupenda entrada. Un abrzo

entrenomadas dijo...

Me asusta mucho que nos acostumbremos a las cifras, a las desaparecidos, a la muerte cotidiana.
Me desespera y me horroriza el engaño, la falta de información, la amnesia y las políticas tan desastrosas con la inmigración.

Excelente post!!

Besos

Anónimo dijo...

me gustò el post.

en africa se ha perdido... algo.
sin embargo los que se quedan, forman redes que al no ser piramidales no se distinguen desde lejos, los que se van son los que tienen un espiritu aventurero mayor que el espiritu creativo solidario, todo el que se va deja sin sus manos a los que se quedan, los que se van no son los que vemos en las fotos, los que vemos en las fotos son los que se quedaron sin la ayuda de los que se fueron, sin su presencia, con dolor en el alma, cada uno que se va es una pequeña carga mas para la invisible red solidaria entre hermanos que comparten las gotas de agua del rocio, el que se fué extraña lo telurico, el aire, el paisaje, los sueños nocturnos, y eso les pesa aunque nadie se los recuerde, independientemente de si son bien recibidos o no en el lugar a donde fueron.

ése algo que se perdiò, todavia no se perdiò del todo, y africa es la oportunidad de que ciertos europeos que no conocen el concepto de "simplicidad voluntaria", se conmuevan.
en africa sucede esto... en el llamado tercer mundo sucede ésto, no para que vengan a ayudarnos (pues vemos que eso se intenta desde hace años y no se logra) si no para que en su lugar... sus niños no se ahoguen entre los plasticos navideños, ni queden catalepticos ante las pantallas, ni se queden hiperactivos y empastillados, ni se pierdan de ser alegres de la alegria endogena, divina alegria endogena... sin duda Divina.

la humanidad es un ser vivo, del cual somos sus celulas, Africa es el reino del agua, paradojicamente es el continente que mas sufre su carencia, las celulas de africa, son el ritmo por exelencia, cuanto mas le llevemos la ciencia mas lejos del ritmo quedaremos. Que africa retome el ritmo es fundamental para el equilibrio del ser humano-humanidad. De ello depende la voluntad, de ello depende que ésta no sea voluntariosa, que no se transforme en miedo por sobrcarga de responzabilidad. Africa no es el problema... Africa es la solucion.

pablo

Eifonso Lagares dijo...

Escribes sobre una realidad a la que nos estamos acostumbrando, oímos en los informativos que mueren tantos en las travesías que ya tenemos cayos.

Efectivamente ¿quién en su situación no intenta llegar a este Reino de Jauja.

Estupendo post.

Saludos

Alicia Mora dijo...

Muy bien Guillermo..,
otra trampa de Occidente.
Pero haciendo un ejercicio de empatía, yo sinceramente me lanzaria al mar para buscar la tierra prometida.
En esas pateras hay diplomados universitarios, hay mujeres embarazadas, hay niños, hay TRABAJADORES.
Si el futuro que tienes a tu alrededor es inexistente..qué hacer? Muchos logran ese trabajo, ese futuro en Europa,y otros morirán. El sino, la suerte, la supervivencia de este siglo.Aumentará la migración de esta forma global, y los paises ricos tienen que aceptarlos: baja natalidad,envejecimiento de la población, trabajos de baja remuneración, etc..
Y después estas minorias reclamarán derechos civiles, laboreales, etc...esto siempre ha pasado y pasará. Lo importante es saber que todos somos necesarios, en menor y mayor medida...
Un abrazo,
Lápices

Anónimo dijo...

nos roban hasta a nuestros hermanos, se van seducidos, a vuestros paises, desde hace tiempo les digo a los que me dicen que se van porque aca no hay nada para hacer lo siguiente: CUANTO MENOS HAY PARA HACER... HAY MAS PARA HACER

sois concientes de que nos roban hasta a nuestros hermanos?

desde hace años que aqui en uruguay se habla de la "fuga de cerebros" pues una gran cantidad de universitarios se van al primer mundo, se forman aqui en un sistema educativo gratuito... y luego se van.

pasa con las sociedades como con las personas que seducen a las parejas de otros, somos permanentemente seducidos hasta por su bondad, cuando organizan grandes festivales de musica para ayudar al tercer mundo, o cuando nos mandan ropa que ya no usan... nos perjudican, sed concientes que cualquier accion que hagais para ayudarnos nos perjudica por otro lado en mayor medida. Ayudennos solucionando sus propios problemas.

Guillermo Pardo dijo...

Yo también me lanzaría al mar para tratar de alcanzar lo que por nacimiento la vida me ha negado, y si de esa decisión mía dependiese, además, el futuro de mi familia tendría una doble motivación para remar hasta caer exhausto con tal de llegar allí donde se desperdicia toneladas de comida que luego son transformadas en abono.
Gracias por vuestras aportaciones. Saludos.

Unknown dijo...

Leí hace tiempo que era necesario establecer un trasiego de 3 tipos de pateras:

- Las que traen a los inmigrantes con grandes esperanzas de supervivencia

- Las que viajan en dirección opuesta llevando nuestra cultura, nuestro respeto por los derechos humanos, nuestra tolerancia;

- Y las que deberían de viajar desde nuestros países hacia los países pobres, cargados de emprendedores, de gente con ideas, con innovación, con ganas de crear negocios,

Observamos a corta distancia, y creo que el día en que haya más "pateras" en sentido opuesto al actual va a llegar.