martes, 29 de enero de 2008

Happy birthday en Blogosfer Lane

Me disponía a entrar en mi apartamento cuando un movimiento extraño me alertó.
Entre las cortinas de una de las ventanas del piso superior se deslizó un fugaz rayo de luz, suficiente para que mis pupilas se dilataran y mi antebrazo izquierdo apretase la Minoic 45 contra el costado. Había alguien en mi casa y no era precisamente el señor de la limpieza. No a esas horas.
La medianoche se echaba encima y se mecía en el ambiente un agradable olor a :::::: que me provocó un intenso debate intestinal, frecuente, por otra parte, cada vez que mi estómago se enfrentaba a la inminencia de un parlamento apaciguador entre tenedor y cuchillo. Y esas sí que ya eran horas.
Tomé aire, me ajusté el sombrero y alcé el cuello del abrigo para resguardarme del viento, que jugaba a silbar por las esquinas y levantaba a su antojo nubes de papeles de periódico, uno de los cuales se estampó contra el poste sobre el que descansa la placa de mi calle: Blogosfer Lane.
Mientras en mi apartamento se cocía algo que yo ignoraba, inopinadamente pensé en lo ruidoso de esta calle, en su bullicioso movimiento. Para certificarlo, una música de cristales rotos atrajo mi atención. La busqué con la mirada y la vi armonizando el vuelo de una silla desde un edificio próximo, de cuyo portal vi huir, despavorido, un hábito de monja perseguido por un grito. “Blogosfer Lane”, murmuré. El sarcasmo se fugó de mis labios y fue a abofetear a un ::::::, que asomó como un :::::: tras el sol:
-¿Algún problema, amigo?-, preguntó el verderolo, sin mirarme a los ojos, mientras con sus dedos apretaba nerviosamente las teclas de un tamagochi tan escandaloso que parecía ::::::.
-Ningún problema, agente-, respondí antes de que el bofio reemprendiese la marcha y me dejase ver, colgado en su espalda, un tremendo monigote sobre el que se había pintado: “Fuimos nosotras ::::::”. Entoné una alegre cancioncilla con los labios apretados para contener las mandíbulas y traté de centrarme en mis preocupaciones, de inmediato abruptamente interrumpidas por las destempladas voces de mi vecino el escritor y mi vecina la profesora.
-Es la última vez que se lo advierto, señor Castro. La próxima vez que escuche el sonido de su pluma sobre el papel, ¡lo denuncio!
-¡Tranquilícese, doña Tíscar! Acepte usted mis disculpas. Mire, fíjese en lo que acabo de comprar: ::::::. Por cierto, cuando cocine haga el favor de cerrar las ventanas, a ver si de ese modo los efluvios dejan de impregnar mis calcetines ::::::.
De pronto, se escuchó un silencio, un silencio de :::::: que puso a prueba mis acerados nervios. “Blogosfer Lane”, volví a mascullar, pero esta vez el sarcasmo tropezó contra un bulto que acababa de adelantarse, sigilosamente, por mi izquierda. Di un respingo y, ::::::, me eché al lado contrario al tiempo que agarraba con fuerza las cachas del revólver, dispuesto a desenfundarlo, ::::::. La tensión se disipó enseguida: el bulto era una viejecita que trataba de cruzar la calle, a mi vera, volcada sobre su costado derecho a causa de un pesado portafolios, marca ::::::, de cuya asa colgaba una etiqueta comercial: ::::::.
Tanto vaivén comenzaba a impacientarme, de modo que me dirigí, con paso firme y mano prieta sobre el revólver, hacia mi apartamento. Introduje la llave con sigilo y giré el picaporte con delicadeza de amante estresado. Apenas traspasé el umbral, un objeto frío se apretó contra mi sien derecha y comencé a sudar. Mi cabeza se revolucionaba tratando de encontrar merecida respuesta a aquella sorpresa, cuando mi cerebro recibió una nueva información visual: en la muñeca cuya mano empuñaba aquella fría redondez lucía un reloj de marca familiar: ::::::.
Me giré, veloz, y agarré aquella muñeca amenazadora, cuyo dueño soltó un alarido fonéticamente familiar:
-¡Soy yo. Vai rañala*!
-¡Ostras, Félix! ¡Casi te descargo la Minoic en el estómago! ¡Menudo susto! ¿Qué haces con un micrófono en la mano? –pregunté al ver que no era una pistola lo que me había enfriado la sesera.
-Vine a probar el karaoke que te regalé por Reyes, pero llegaste antes de lo esperado. Ven, pasemos al salón –invitó con la familiaridad de quien se siente en su propia casa.
Se adelantó y le seguí. Había algo extraño en su movimiento, demasiado cauteloso para ser el suyo. Movió la cabeza para mirarme por un instante y me susurró con misterio:
-No te asustesss...
Enarqué las cejas desconfiado, pero cuando quise preguntar ya era tarde.
Nada más abrir mi imprevisto cicerone la puerta del salón, un potente flash me nubló la vista y me hizo pensar que si la luz divina es tan intensa quizá no vería nunca a Dios. Aturdido, me apoyé en mi compañero, que micrófono en mano empezó a cantar a grito pelado:
-Happy birthday to you, happy birthday to you…
Me puse muy serio porque tuve la certeza de que Félix se había vuelto loco. También yo tuve la impresión de que la locura empezaba a prender en mí pues, acto seguido, me imaginé a su familia llorando. “Debería dejar los optalidones”, rumié con tristeza.
De pronto, toda la casa se llenó de desafinados y emocionados “happy birthdays” que me tocaban, me manoseaban, me sobaban y me impregnaban de un etílico olor a pétalos de flor de tojo, señal de que aquella chusma se había tragado mis reservas de aguardiente feita ao xeito de Galicia.
El salón era una fiesta con animador incluido:
-Queridos amigos -escuché decir a la voz de la experiencia blogosférica ::::::. Felicitémosle por su primer aniversario entre nosotros. Permitid que levante la copa –dijo arrastrando las sílabas-, brindemos por el acontecimiento y cantemos: “Porque es un muchacho excel...”. Algo ocurrió que, de pronto, todo se quedó a oscuras. “Ni los fusibles pudieron soportarlo”, mascullé, feliz, para mis adentros.
Entre gritos masculinos de puro júbilo y femeninos que exigían decoro, alguien con aspecto sobrio :::::: se acercó a mí y me tendió un paquete envuelto en papel de ::::::. Sorprendido y curioso, retiré el envoltorio y ante mí apareció un hermoso libro sobre las hermosas ::::::.
Enmudecí y agradecí que se hubiese ido la luz. No podría soportar tantas miradas expectantes. Uno de los amigos que allí estaban :::::: se abrió paso hasta mi y me entregó un sobre:
-Ábreo e lee, por favor- pidió amablemente.
Hice caso y empecé a leer: ::::::.

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Gracias a todos por haber estado tan cerca durante todo este tiempo, que espero sea mucho más.
Un abrazo colectivo.

* Vai rañala, expresión gallega que puede traducirse por “vete a hacer puñetas”
.

25 comentarios:

Irreverens dijo...

Abracémonos, abracémonos, pues.
:)

FELICIDADES, Migra.

(Por cierto, ¿yo, hábito de monja? jajajajaja)

Alicia Mora dijo...

Felicidaaadesssssssssss!! jajaj que post más origninal!
Guillermo eres un crack.
Estamos todos, pero en un futuro seremos más los que te admiraremos.
Un abrazo!!!!
y un besiñoooo
Muacks

entrenomadas dijo...

EXTRA,EXTRA!!!Vuelven los especiales posts de Migramundo
Genial, genial!!!
Hoy es fiesta en mi ciudad y poder leer con tiempo y sin prisa este post ha sido todo un placer. Confieso que la risa y la curiosidad se me han apoderado.
Guillermo, me encanta la forma en la que enlazas sin problema alguno la historia con todo ese abanico de personajes tan variados. Es de lo más vitamínico, el interés va subiendo linea a linea. Ni en cien años podría hacer nada parecido. Imposible.

Besos y kisses



PD: No esperes al próximo cumple para hacer otro post vitamínico novela negra camilleriana y gallega.

[La Otra Agenda] dijo...

¿Pero cómo? Cumples años y el regalo nos lo haces tú. Qué bueno :)
Felicidades, compañero, y que sean muchos por aquí
David

Waiting for Godot dijo...

Me ha parecido excelente, muy original, felicidades! :)

Nacho de la Fuente dijo...

Felicidades y que cumplas muuuchos más!! Graciias a tí y tu ingenio.

JLuis dijo...

Felicidades Guillermo.

Que gozada de invitación la tuya. Aquí tod@s reunidos, con la sonrisa puesta y la sensación de que tus post son entradas... de aire puro y fresco.

Un abrazo, fiera.

Makiavelo dijo...

Estos relatos sobresalen entre tanta traca-matraca diaria de noticias.
Apuré hasta el final sin pestañear, gracias por el vínculo.

Saludos.

Mel dijo...

Muchas felicidades!! Y que cumplas muchos más, por supuesto!
Besiños, Guillermo!

Eifonso Lagares dijo...

Muchas felicidades Guillermo y creo que todos esperamos que por muchos años más. Tus relatos son únicos y su lectura es única, de un tirón hasta el final, quieres saber como acaba y quieres que no acabe.

Saludos y gracias por regalarnos tus relatos.

PD:Tienes un pequeño homenaje en mi blog: Un año de MigraMundo

Francisco O. Campillo dijo...

Un post realmente original.

Un abrazote y muchas felicidades.

Desesperada dijo...

migramundo, espero que este año sea el comienzo de muchos más años... enhorabuena

M. dijo...

Enhorabuena, Guillermo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Felicidades!

Im-Pulso dijo...

La verdad, no sé que decirte.
A la postre, ¿qué es un año para los que ya disfrutábamos de Guillermo sin bitácora?
MigraMundo ha servido para que más y más personas conocieran tu aportación --que no es nueva ni cumple un año-- a la convivencia y a la tolerancia; pero los que ya disfrutábamos de tí solo podemos celebrar --¡que no es poco!-- tu "expansión". De modo que no te creas que ya has cumplido, no nos dejes tirados y sigue en la brecha, ejerciendo de persona, como venías haciendo desde hace mucho más de un año.
Un abrazo muy fuerte y, como decía mi abuelo: salud, trabajo digno y libertad (a esos tres bienes tan vitales yo añadí el del amor, pero mi abuelo me miró de reojo y cabeceó para decir sin palabras que esas cosas, querido nieto, no se dicen... Pero, ya mayor, le emplacé a sincerarse y reconoció que hay cosas que no se dicen pero que es sano desearlas y cuidarlas).
Lo dicho, un abrazote y no te alejes.

Rancilio dijo...

¡Que cumplas muchos más!

Su dijo...

Susana

Es la primera vez que ingreso en tu bitácora, pero estoy contenta porque es para saludarte en tu cumple Felicitaciones y que sean muchos más
Mi email es susanahaydee90@gmail.com

NOTA: Si sabes como se ingresa un power point decime y te mando unos muy buenos

entrenomadas dijo...

Bueno, como la tarta de cumple es complicada de levar te hemos subido un tema de unos amigos muy queridos.
Espero que te guste.

un beso

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Muchísimas felicidades por este primer año en la blogosfera, espero que, para nuestra satisfacción, sean muchos más.

Y muchas gracias por añadirme a tus enlaces... creia que un cumpleaños los regalos los hacían los invitados :D

Besos

P.S.: Te leo pero no comento pero igual ahora me animo más :D

Julio Torres dijo...

Antes de nada, disculpas e que ultimamente ando moi liado e levo desde o luns sen navegar por internet, polo que ata hoxe non me enterei de que acabas de cumplir un ano. Migramundo para ser exactos.

Parabéns e que sigas moitos moitos moitos anos deleitándonos con este fenomenal blog Guillermo.

Un saúdo amigo

Julio Torres dijo...

Por certo, aínda me lembro da expresión "vai rañala" que en Galicia fixeron famosa nos 80 na TVG vía a serie inglesa "Os Novos". Por certo, un acerto repoñela o ano pasado na TVG.

Guillermo Pardo dijo...

No encuentro palabras para expresaros mi gratitud por alentarme y acompañarme en este viaje común y único que es el espacio blogosférico. A quienes me han hecho dedicatorias especiales, como Eifonso y Entrenómadas, les he dado las gracias en sus respectivos blogs. A los demás, os dedico estas letras y mi cariño sincero. Especialmente a Félix, amigo, compañero y hermano.
Un abrazo colectivo y ¡nos os pongáis sentimentales, leche!

sahara dijo...

Tu cumples un año y yo estreno tu blog. Pero a partir de ahora te leeré siempre, Enhorabuena.

Guillermo Pardo dijo...

Gracias, Sahara, por tu visita y tu interés. Saludos.

June Fernández dijo...

Gracias a ti. Echaba de menos este tipo de entradas... Jo, últimamente os tengo algo abandonados, pero bueno, aunque la constancia no sea mi fuerte, que conste que te sigo siguiendo, valga la super-redundancia.