Las historias de superación personal son épicas y tienen el hechizo de las que nos contaban los abuelos.
Me sorprende la capacidad de adaptación y resistencia del ser humano, el vigor que es capaz de obtener de allí de donde vemos que no hay nada.
El desierto interior nos hace invencibles, nos curte en cada travesía personal. Como a Alemayehu Bezabeh, el hombre que ha cumplido un sueño para poder hacer lo que más le gusta.
2 comentarios:
Aquí te dejo un enlace de una historia similar, en este caso, de un jovencísimo saharaui.
http://cazorla-sahara.blogspot.com/2008/03/un-saharaui-firme-promesa-del-atletismo.html
Pertenece a uno de mis blogs favoritos: el de un grupo de gente extraordinaria que combina solidaridad y deporte; no es mala mezcla ;-)
Le echaré una ojeada. Gracias. Saludos
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