miércoles, 29 de octubre de 2008

Fábula para tragones

Los líderes elegidos democráticamente, y los que no lo han sido, escenifican, no sin cierto aparente dramatismo y en medio del escepticismo general, su supuesta preocupación por una crisis económica mundial que nos devora y que tanto ellos como sus antecesores han fraguado en el mayor limbo legal jamás conocido y sin que nadie reconozca su parte de responsabilidad.
No sólo no hacen acto de contrición, sino que además se erigen en paladines y renovadores del sistema, como inocentes que no tienen nada que ver en el descalabro, en el desastre generalizado que ha llevado y lleva a la ruina a millones de personas.
Hablan de "refundar" el dichoso sistema como un niño hablaría de rearmar un mecano sin planos ni planes, sin reconocimiento ni conocimiento de las piezas que lo forman. "¡Más masa, chaval!", que diría el maestro albañil a su pinche para apurar la peonada.
Sin ánimo de ofender y con el debido respeto, pienso que lo único verdaderamente "refundable" es la masa cerebral de una sociedad que ha confiado al zorro la custodia del gallinero. Un gallinero ensangrentado y lleno de huesos quebrados que el muy astuto zorro, pertinaz e insaciable, quiere volver a recomponer para darse otro festín que sacie su apetito hasta nueva escabechina. Y entonces, vuelta a "refundar".
Si fuésemos más reflexivos hallaríamos también más respuestas, como la que le dio Sócrates a Jantipa, su mujer, la noche en que tenían más invitados que comida que ofrecer: "No te preocupes. Si nuestros invitados son frugales, tendrán suficiente comida, y si son tragones, nada bastará para saciarles".

Ilustración: Los hermanos Quintero (1988). Daniel Quintero

7 comentarios:

matrioska_verde dijo...

¿Son como niños jugando al Monopoly?... Da miedo pensarlo así.

La ilustración es estupenda, me ha encantado.

bicos,

Im-Pulso dijo...

Mexan por nós e dicimos que chove... Los niños de la foto --que es genial-- son más reales que quienes consideran sustancial participar en el G-no sé qué...

JLuis dijo...

Volvemos a dejar a los lobos al cuidado del rebaño Guillermo. Y me temo que los lobos antes que solucionar su apetito, busquen solucionar el que no se les note tanto la próxima vez.

Un abrzo

Eifonso Lagares dijo...

Amigo Guillermo, me parece que son como lobos insaciables, por algo hablan de refundar, como bien dices, volver a montar para que unos pocos vivan muy bien a costa de unos muchos.

Totalmente de acuerdo con los anteriores comentaristas, la ilustración genial.

Un slaudo

Anónimo dijo...

Maravillosa tu exposición de la llamada "crisis".
Que estos lobos con piel de cordero se reunan para "refundar" y cambiar para que nada cambie y los que pagan los platos rotos somos los de simpre los cidadnos que pagan religiosamente sus impuesto ,en fin y para esto nos quieren sin darnos opciones.

Anónimo dijo...

Maravillosa tu exposición de la llamada "crisis".
Que estos lobos con piel de cordero se reunan para "refundar" y cambiar para que nada cambie y los que pagan los platos rotos somos los de simpre los cidadnos que pagan religiosamente sus impuesto ,en fin y para esto nos quieren sin darnos opciones.

Alicia Mora dijo...

Hola Guillermo...muy buen post,más claro agua.
Ya hace años que hablaban del desplome del sistema...y parecía que los grandes peces gordos les daba igual salvo el presente.
Ahora, que su crisis la paguen ellos!!!
Besos