En otro tiempo la fe se predicaba a pie de obra y se humedecían los caminos con saliva sudada. Los predicadores se entregaban a una tarea cuya recompensa era la convicción de que se ocuparía un lugar de privilegio a la derecha del jefe una vez ganada la jubilación eterna.
Hoy la fe es un artículo mercantil que se promociona en los autobuses en pie de igualdad con las salas de fiestas, las barras de labios o las rebajas, de tal modo que uno puede fácilmente imaginarse a un "enviado" cualquiera exhortando al busero: "Para por ahí, Taboada, que voy a largar un speech divino".
En otro tiempo la fe era cuestión de quilates espirituales, cuyo único tesoro se forjaba en los altos hornos del alma, avivados por el fuego de los iluminados que se consideraban a sí mismos los fogoneros y la vanguardia de dios.
Hoy la fe es un negocio bien engrasado no a fuerza de mover montañas, sino montones de oro con destino a evangélicas cajas fuertes que desde sagrados despachos bendicen predicadores de recatada filiación y gozosa codicia.
Hoy como ayer, el más grave pecado de los "fenáticos" es su falta de templanza.
Imagen: Dave Nitsche
5 comentarios:
Ay,hombre de poca fe!!!
Sí, la fe ya no es lo que era. Aunque yo creo que la fe sólo ha cambiado de traje, en realidad siempre ha sido mercantil. De distinta forma a la , pero actual, pero siempre mercantil. Y sí sus moradores cambian ella también Cambia de color, muda...
Sabes, fe es una palabra que no me gusta. No el significado, la sonoridad de la misma.
Hala, buen finde,
M
Vale, pero lo que no entiendo es por qué no empleas el vocablo 'fanático', que es lo suyo.
fanático, ca.
(Del lat. fanatĭcus).
1. adj. Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. U. t. c. s.
Manuel, yo creo que Guillermo mezcla los términos "Fe" y "fanatismo" del que sale el adjetivo "fenáticos"
Un saludo
me encanta: "un lugar privilegiado a la derecha del jefe una vez ganada la jubilación eterna"... muy bueno.
no tiene desperdicio tu texto... contenido pero atinado... lo pintas tal cual... sólo nos falta ya que cualquier día de estos nos hagan un anuncio para que la gente acuda a la iglesia...
lo bueno de haber perdido la fe es no cometer pecados... uno se siente tan ligero...
biquiños,
Entre: Al contrario, soy hombre de mucha fe, aunque ya sé que lo dices irónicamente. Pero no tengo fe en la que predican esa clase de personas. Al final de mi texto se viene a decir que la fe es íntima, personal, intransferible, única.
Manuel: En realidad ya te ha contestado Emma. El texto es el vehículo para decir lo que se piensa, y hay muchas manera de decirlo. A veces se me da por esta, en la que procuro, literariamente hablando, crear imágenes con palabras, metáforas, figuras retóricas en las que la morfología sintáctica juega (nunca mejor dicho) un papel preponderante. Decir "fenático" o "fanático" en ese contexto es lo mismo. Para mí.
Aldabra: Pienso como tú en cuanto a lo de no cometer pecados, aunque esa palabra tiene muchas connotaciones según quien la utilice.
Saludos a todos y gracias por vuestras opiniones.
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