En febrero de 1768, Diderot escribe a David Hume: "Mi querido David, es usted de todos los países y jamás pedirá al desgraciado su partida de bautismo. Presumo de ser, como usted, ciudadano de la gran ciudad del mundo".
Antes, Montesquieu habia escrito: "Soy necesariamente hombre, y francés sólo por casualidad".
Los que nos sentimos impregnados del espíritu de la Ilustración amamos más nuestra pertenencia al género humano que a nuestro país.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Hay seres humanos únicos, sublimes, maravillosos, que han nacido en determinado sitio porque dio la casualidad de que su madre estaba allí.
Y aun así, nacer humano también es una casualidad.
Totalmente de acuerdo, yo en esto soy fluctuante.
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