A menudo pienso que el tiempo no llega a nada y que su relatividad está en función de la oportunidad y de la disponibilidad que a uno se le permita. Porque, desengañémonos, el tiempo de cada cual es compartido por otras personas, por nuestras obligaciones y hasta por nuestro descanso. Por eso es un lujo disponer de él.
Un par de días atrás leí un reportaje sobre Second Life que me hizo pensar en mi propio tiempo y en el uso que le daría si, hipotéticamente, me crease una identidad virtual para hacer lo que, supuestamente, no puedo hacer con la real. Tendría que dotarme de una nueva personalidad (estilo Robert Redford, supongo), cincelarme físicamente perfecto, dedicarme profesionalmente a algo distinto a lo que hago, diseñar mi propia vivienda, entablar nuevas amistades, viajar, negociar, curiosear... Es decir, todo lo que requiere tiempo, de lo cual se deduce que sería preciso duplicar el real disponible para emplearlo en el virtual. Sólo de pensarlo me estreso.
Los interrogantes surgen casi de inmediato: ¿cómo podría soportar la responsabilidad de organizar una segunda vida?, ¿realmente la necesito? En caso de que la respuesta fuese afirmativa, ¿debería considerarme un fracasado o un insatisfecho? ¿Podemos considerar insatisfechos a quienes diseñan en la Red una vida alternativa a la que ya viven?
No me atrevo a dar una opinión en firme. Cada individuo tiene sus motivaciones y la mía no es, al menos por ahora, dividir mis veinticuatro reales horas diarias para compartirlas con un sucedáneo al que tendría, además, que adaptarme y aprender a conocer. Como si no tuviese bastante conmigo mismo, porque existo... supongo.
Quizá no sea más que un juego, como escribir esta bitácora, por ejemplo. Quizá no sea más que la consecuencia humana de no dejar de buscar. Incluso a uno mismo, por supuesto, que suele ser la mayor búsqueda de nuestra vida.
[Más sobre Second Life: Interviú, Tiempo]
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Da que pensar...
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La vida es un hospital donde cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama. Charles Baudelaire.
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2 comentarios:
Había oído hablar de ello, y la verdad, no le prestado atención. Pero me parecía que era un juego, menos juguetón que los blogs, creo. Sin embargo, como tú lo indicas, algo anda mal que la gente esté buscando ser ese otro virtual. Saludo.
Muchas veces, lo que comienza como un juego termina convirtiéndose en un problema. A mí esto de la segunda vida me da que pensar... A lo mejor es manía mía.
Saludos
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