Si el dinero nunca estuvo seguro en los bancos, con el fraude electrónico menos todavía. A veces me pregunto si el recurso de los abuelos (guardarlo bajo el colchón o en un cofre al lado de un árbol) no ofrecerá incluso mayores garantías, entre otros motivos porque es más cómodo birlarlo cómodamente sentado ante el ordenador que cavar hasta despellejarse.
El Periódico: Un correo electrónico con una tarjeta de felicitación roba datos bancarios
MM: En Troya no había Internet, pero en la Red hay troyanos
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