Los superficiales, los inexactos, los tendenciosos, los altaneros, los sensacionalistas, los serviles, los calculadores... No son títulos de series televisivas, ni ningún nuevo catálogo de pecadores capitales, ni siquiera nombres de equipos deportivos o boletines boxísticos.
Son clasificaciones, categorías de una determinada profesión que bien podrían aplicarse a otras muchas. Estas, mordazmente dramatizadas en este increíble vídeo que nos ofrece David Martín en [La Otra Agenda], tienen la particularidad de que parten de una percepción endógena de la propia profesión.
De obligada visión.
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