"[...] informes de tortura y malos tratos a manos de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, situación que se veía agravada por la falta de investigaciones sistemáticas e independientes de tales incidentes. Según un estudio publicado por la organización nacional contra el racismo SOS Racismo, en uno de cada tres casos denunciados de violencia racista, los responsables eran funcionarios del Estado encargados de hacer cumplir la ley".
Este párrafo no corresponde a un informe sobre lo que ocurre en un país del llamado "tercer mundo", sino a cómo tratan algunos "agentes de la ley" españoles a los inmigrantes que llegan a nuestro país, según Amnistía Internacional.
Pero no sólo ocurre con inmigrantes, sino con cualquier persona que se vea en medio de actos en los que, finalmente, intervengan las fuerzas de seguridad, algunos de cuyos miembros hacen que uno se sienta, más bien, inseguro. El informe de la organización internacional cita casos concretos de impunidad derivados de los métodos reprobables y expeditivos de policías pertenecientes tanto a cuerpos nacionales como autonómicos.
Pone los pelos de punta pensar que cualquiera puede ser víctima, en cualquier momento y situación, de tal agresividad.
Quizá el ministro y los consejeros de Interior deberían promover torneos de deportes violentos para que estos individuos liberen testosterona golpeándose entre ellos. Viviríamos más tranquilos.
Amnistía Internacional. Informe 2007 España
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