lunes, 1 de octubre de 2007

Artificiosas gilipolleces

[...] Porque esta batalla del pendiente se parece mucho a las guerras que tenemos en España a propósito del nacionalismo, de las banderas, del Rey y del Imperio de Carlos I, que si no estallan pronto, a causa de la nada, nos acabarán pareciendo lo que realmente son: una gilipollez.

Esta conclusión del artículo de Xosé Luis Barreiro Rivas que hoy publica La Voz de Galicia sintetiza muy bien, a mi entender, de qué material están hechas las cortinas de humo con que nos intoxican un día sí y otro también los precursores del debate patrio, malabaristas de la demagogia especializados en sarpullidos dialécticos cuyo único objetivo es emular al perro del hortelano, olvidando que el ladrido de aquél tiene, al menos, un sentido práctico y natural.

3 comentarios:

Makiavelo dijo...

A mí ni fu ni fa, pero veo mucho borrego con mechero últimamente.
A buen entendedor pocas palabras bastan.

Un saludo.

Desesperada dijo...

estupenda conclusión, sí señor.

Guillermo Pardo dijo...

Ojalá las palabras y las conclusiones surtiesen mejores efectos. Abrazos para ambos.