martes, 2 de octubre de 2007
Soyinka, por ejemplo
No voy a poner en la picota a los eurojubilados ni a ningún otro colectivo humano que se gane la vida honestamente, pero eso no me impide reflejar situaciones comparativamente injustas de un sistema económicamente próspero que conllevan perjuicios para quienes, pese al coraje que demuestran y al riesgo que asumen, no ven recompensados su esfuerzo ni su deseo de sobrevivir en un mundo que valora a los demás en función del peso de su bolsillo.
Considero injusto, por ejemplo, que personas desprotegidas sean discriminadas por no poseer documentos que las acrediten, como si los derechos a la salud, a la vivienda o al sustento no fuesen inherentes a la condición humana, sino a la legal.
Considero injusto, por ejemplo, que la etiqueta “extranjero” se aplique con connotaciones selectivas, mientras que a la de “inmigrante” se le asigna un sentido peyorativo, olvidando no sólo el valor del trabajo y del esfuerzo personal, sino también que tan extranjero es quien tiene posibilidades como quien no.
Considero injusto, por ejemplo, que los mandatarios y los poderosos se vuelquen con quienes pueden exhibir chequera, pero no tengan la valentía ni la moralidad suficiente como para desprenderse de un porcentaje de su egoísmo y construir búnkeres de generosidad contra la pobreza física y moral.
Por eso, habría que invertir el (des)orden de las cosas y hacer nuestras las palabras de Wole Soyinka, por ejemplo: “Por cada cayuco que llega a Europa con 100 africanos que arriesgan su vida por buscar una vida mejor, debería salir otra embarcación en sentido contrario que llevara europeos emprendedores a África. No tienen que mandarnos a sus criminales, sino a aventureros que busquen nuevas oportunidades”.
¿No son acaso los inmigrantes aventureros en busca de oportunidades?
Los europeos eligen España para jubilarse
Los europeos que se jubilan en España cuestan más de lo que dan
La verdadera aportación de los emigrantes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Un post esclarecedor, enfocando una visión clara sobre la realidad de la inmigración. Soyinka intenta que abramos los ojos pero es más cómodo cerrarlos.
Completamente de acuerdo.
no puedo añadir nada más...
Yo añado mi gratitud por vuestras visitas y comentarios. Saludos.
Me sumo a la añadiduras. Gran entrada compañero. Un abrazo.
Gratitud y abrazos también para ti, José Luis.
Publicar un comentario