Ayer fue un día negro, de esos cuyas horas, minutos y segundos uno quisiera haberse desayunado, almorzado y cenado bajo la quietud de las sábanas.
El de ayer no fue un día, fue una pesadilla que Poe hubiera convertido en arte gótico, en negro azabachado con ribetes de antracita sombreados por tinte de cielos de betún.
El de ayer fue un día de nubes profesionales, de esas que hacen su trabajo a conciencia y lucen sombrero de ala ancha bien calado y cuello bien subido para que el sol no sea más que una ilusión fallida.
El de ayer era un día para enmarcar como las esquelas hasta que vi a mis vecinos uruguayos llegar a casa del trabajo:
-Buenas noches. ¿De regreso?
-Sí, y ya es hora. Nos levantamos a las cuatro de la mañana y hasta ahora.
-¿Así todos los días?
-Uno tras otro
Eran las nueve y media de la noche.
Hay días tan negros y xenófobos que ni siquiera pueden intuirse.
8 comentarios:
Y, a pesar de todo, ellos seguramente estarán agradecidos de que así sea... un día tras otro.
Compartimos historias de escaleras y vecinos cuyas horas nos llegan a deshora
Hermoso post compañero. Un abrzo
me ha encantado esta entrada, guillermo. me ha hecho reflexionar de cuántas veces al día me quejo sin motivo.
Cuando estás en contacto con la realidad más que con la teoría los días negros invaden los calendarios. Pero a mí un experto en días negros, "tocados o torzidos", me enseño que hay que sacar lo mejor de todo. Muchas veces lo intento, pocas lo consigo, pero lo intento.
Este texto te ha salido de muy adentro, muy adentro.
Un beso,
Compartir historias con otras personas, José Luis, nos forjan espiritualmente y, como dice Ad astra, nos advierte de que los desgraciados son los otros.
Sí, entrenómadas, me ha salido de muy adentro, pero no del pozo. Todavía.
Gracias y afectos para todos.
por mal que uno esté siempre hay alguien que lo está pasando peor en algún lugar del planeta o en nuestra propia comunidad... triste, pero es así.
bicos,
Aldabra
me gusta tu conciencia solidaria.
bicos,
Aldabra
Es triste, en efecto, Aldabra; pero hay que vivir alegres.
Gracias. Bicos.
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