miércoles, 21 de mayo de 2008

Tiempos turbios para exigir derechos

Aunque suene a obvio, no está de más recordar que una de las cualidades del fuego es su facilidad para propagarse.
Los detractores de la paz social lo saben y se aplican la obviedad encendiendo hogueras en cuyas brasas no sólo se quemarán algunas "brujas", sino valores de convivencia que, de recuperarse, ya nunca serán los mismos.
Hay personas cuya ignorancia y conducta antisocial consiguen que se extienda lo que durante décadas fue causa de horror y, por paradójico que parezca, motivo de concordia universal para mantener a raya a los incendiarios: el odio. En ese grupo hay que incluir a políticos a los debería despojarse de su dignidad pública si no fuese porque estamos obligados a respetarla puesto que les ha sido otorgada democráticamente.
El problema es que las dejaciones democráticas de tales dignatarios siembran el camino de víctimas, las mismas víctimas de siempre, sean de aquí o de otro lado. Como dijo una eurodiputada liberal húngara en referencia al italiano, hay gobiernos muy firmes con los débiles y muy débiles con los fuertes. En efecto, es al delincuente, incluido el poderoso, al que hay que perseguir, no al sospechoso de que pueda serlo por razones étnicas, políticas, alimentarias, culturales, educativas...
Debemos evitar el peligro de que cualquier argumento pueda considerarse válido para volcar las frustraciones personales sobre el conjunto de la sociedad, que hasta ahora ha vivido muy bien sin necesidad de recurrir a fantasmas del pasado.
Y debemos recordar constantemente que los derechos de las personas, de todas las personas, nunca pueden ser sometidos a otro imperio que no sea el del diálogo y el de las leyes resultantes de él. Por muy turbios que sean los tiempos.

5 comentarios:

JLuis dijo...

Si Guillermo, señalamos en la misma dirección al buscar esa cerilla que encendió la hoguera.

Un abrzo.

matrioska_verde dijo...

en mi blog encontrarás en mi último post una dedicatoria, espero que te la tomes con sentido del humor y que la disfrutes... va con todo el cariño.

bicos,
Aldabra

Eifonso Lagares dijo...

Guillermo,el nuevo gobierno italiano aprueba declarar a los inmigrantes ilegales delincuentes, sin más. Es decir más gasolina al fuego.

Un saludo

Guillermo Pardo dijo...

Muy acertado tu comentario, José Luis, que acabo de enlazar.
Gracias, Aldabra. Todo un detallazo por tu parte.
Espero que esa hoguera no prenda en otras latitudes, Eifonso.
Gracias por vuestras visitas y comentarios.
Saludos.

Anónimo dijo...
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