Hay empresas que representan lo que las personas de bien no queremos ser: ruines.
Hay empresas que uno sabotearía en beneficio de la humanidad y exhibiría sus restos en la plaza pública para escarmiento de golfos y explotadores, tentadores y tentados.
Hay empresas cuyos propietarios no conocen la empatía ni la compasión, pero la exigen para sí cuando las orejas del lobo que crearon se agrandan más de lo que esperaban. Por eso recurren al Estado, que de cuna repudian. Por eso y porque no conocen ni saben de virtudes hacen negocio, se alimentan del karma con que se construye el futuro.
Hay empresas, digo, que cuanto más alto vuelan, más bajo caen.
Son Ícaros sin ética.
Ilustración: La caída de Ícaro (1944). Henry Matisse.
5 comentarios:
Está bien porque la empresa quiere superar el 43% de ganancia del año anterior, a costa de los 700 euros miserables que paga a algunos trabajadores.
Despido enmascarado, se de podría llamar a eso. Repugnante.
Vaya, "Timofónica" haciendo de las suyas... Espero que algún día se les acabe el "chollo".
Saludos.
me gusta lo que dices y como lo dices... y además lo comparto.
bicos,
Añado: y siempre pagan los mismos. Curioso.
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