Me he enterado de su consternación y la de su partido por la desaparición y muerte en las últimas horas de centenares de inmigrantes en el Mediterráneo, tras naufragar sus ataúdes en algún lugar entre África y Europa.
Permítame decirle, franca y humildemente, que no me lo creo. Es chocante que sólo afloren lágrimas de cocodrilo cuando la tragedia se da un festín. Deduzco, entonces, que no les importan las personas, sino las cifras, las estadísticas, que les permiten renovar escaño y calentar poltrona como forma de ganarse su cómoda, europea y decadente vida.
Francamente, señora Valenciano, el comunicado de la secretaría que usted dirige es un acto de cinismo al más puro estilo PP, pues decir que la desesperación aboca a los inmigrantes a ponerse en manos de las mafias es no reconocer la responsabilidad de su partido en las políticas europeas con respecto a África, favorecedoras del surgimiento de organizaciones mafiosas, las únicas, reconozcámoslo, que hacen posible el sueño europeo de millones de infelices.
Me sorprende que apunte usted como solución a este "trágico fenómeno" (desgracia sería más apropiado) "avanzar en la política común europea" y demás bla, bla, blas que expone en el tercer párrafo de su sarcástico comunicado, cuando todo el mundo sabe que las políticas europeas respecto a África son policiales, represivas y de colaboración con los dictadores que se enriquecen con nuestros euros y de connivencia con las multinacionales que les enviamos a precios de deslocalización para que mujeres y niños nos confeccionen la ropa a precios de saldo.
Señora Valenciano, o nos toma por estúpidos o vive usted en Babia. Por si fuera lo segundo, le recuerdo que su partido apoyó, con evidente entusiasmo de la extrema derecha europea, la oprobiosa directiva de retorno, un fiasco represor y promotor de mafias ultramarinas de cuyo contenido se desmarcaron dos de sus compañeros, a los que todavía les queda vergüenza y conciencia.
Así las cosas, y sin entrar en cuestiones que como la ley española de extranjería o los recortes en el fondo de inmigración no vienen aquí al caso, permítame decirle, finalmente, que el consternado por la política de su partido soy yo.
4 comentarios:
Tanto dolor y tanta hipocresía. No hay peor veneno que la muerte cotidiana. O pensar que todo esto es irremediable, ley de vida he oído decir a algunos.
Si se vota la nueva ley de asilo el panorama será desolador también.
Y podrán dormir tranquilos...
Duro, certero y magistral texto.
M
Viven en Marte... eso de tirar balones fuera empieza a ser la norma.
Gran entrada, compañero.
Un abrzo
No sé si viven en Marte o no viven. Desde luego, no parecen estar muy al corriente de otras formas de vida.
Gracias. Abrazos.
Gran entrada, sí. A mí creo que el cabreo me hubiera impedido escribirle una carta tan lúcida como la tuya.
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