En el principio de los tiempos, el planeta debió ser un lugar perfecto, sin mácula. Con su limpidez, su sinfonía de silencios, su sucesión ordenada de caos... La mesa que ilustra este post puede servirnos como metáfora de ese mundo, cuyo universo sería el entorno que la rodea.
Sí, el mundo debió ser un lugar perfecto entonces. Hasta que aparecieron los individuos con sus necesidades, sus vanidades, sus ambiciones, sus codicias. Entonces el mundo comenzó a ser lo que, alegóricamente, relata en inquietantes imágenes Greta Alfaro en su In ictu oculi.
Todo ocurre, en efecto, en un abrir y cerrar de ojos. En el instante de un leve parpadeo...
4 comentarios:
Pues sí, el vídeo es realmente inquietante y una metáfora estupenda de la codicia humana.
la fuerza imparable de la naturaleza, de la cadena alimenticia... la transformación de bellos animales en salvajes destrozadores...
se me ha puesto la piel de gallina.
bicos,
http://www.youtube.com/watch?v=nTVz-X4hSbI
Los humanos tenemos mucho de buitres. Siempre estamos a la que caiga.
Gracias por el enlace con Toni Braxton, Aldabra.
Biquiños para las dos.
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