Escribe Emma, en África en el mundo:
"Recibir la foto de un niño apadrinado me parecía al principio algo frívolo, lo confieso, pero en cuanto ví la de mis "ahijados" etíopes me emocioné, sentí que era necesario ese vínculo. Y sentí una gran responsabilidad para con esos niños. Espero no fallarles. No se trata de paternalismo, ni de caridad, ni de pena, ni de lástima, ni se trata de apadrinar porque queda muy bien enseñar la foto a tus amistades y quedar de solidario. Se trata de justicia social." [Texto completo].
Como dice Emma, pese a la crisis, se puede hacer un hueco en el presupuesto diario para llevar oxígeno, vida y esperanza allí donde más se necesita. Ella está convencida de que comprando menos, más barato e incluso no comprando lo superfluo es posible ahorrar un euro diario para apadrinar a un niño. Los argumentos de Emma son muy poderosos. Y su café de cada mañana, más delicioso que nunca
3 comentarios:
es lo que siento yo con mi ONG... sé que no es mucho, sé que tal vez podría hacer más, todos podríamos pero mi granito de arena sé que es capaz de hacer algunas cosas, importantes... y eso me hace sentir un poquito mejor, sin medallas que poner.
biquiños,
Muchas gracias Guillermo! Por cierto, vivimos a un tiro de piedra.
Un abrazo
Aldabra: Las medallas acaban suponiendo un sobrepeso para nuestro cada vez más maltrecho cuerpo. Mejor no llevarlas encima.
Emma: No hay de qué, Emma. Siendo así, el café está más cerca.
Besos para ambas y gracias por vuestras visitas y comentarios.
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