jueves, 14 de enero de 2010

Mariano (o no)

Navegando por la blogosfera, me encuentro con dos textos relacionados con Mariano Rajoy (o no), que a mi entender definen muy bien el ambiguo perfil de quien, si las urnas no lo remedian, está llamado a ser el próximo ¡¡¡presidente!!! del Gobierno español.
Llego al texto del colega y paisano Manuel Rico (por cierto, magnífica la edición crítica que Rico hizo para Cátedra sobre parte de la obra poética de Vázquez Montalbán) a través de Santiago Miró, de cuyo blog extraigo el siguiente párrafo:

Si hay una característica que define al Mariano Rajoy político es el desparpajo. Hay que ser muy desahogado para posar ante una oficina de desempleo como si fuera una pasarela de moda. Hay que ser muy descocado para presentar un código ético mientras se protege a los corruptos del partido, aunque sea a costa de difamar a jueces, fiscales y policías. Hay que ser muy descarado, en fin, para proclamar que el PP tiene el mismo proyecto en toda España y practicar luego 17 políticas diferentes.

El otro lo leo en Un palo de escoba por el culo (con perdón -la disculpa es mía-), que administra el Sr-Gigante, que escribe:

Resulta que ha encontrado [Rajoy] una fórmula mágica para acabar con el paro: “Abaratar el despido o no. Genial, sencillamente genial. Así no tiene que preocuparse de incumplir sus promesas electorales. Haga lo que haga nadie le va a poder decir que no ha hecho lo que prometió. Entre otras geniales ideas, propone acabar con el INEM (o no), acabar con la temporalidad (o no), y otras tonterías por el estilo. [Texto completo]

Francamente, si me aterra que el paisa Mariano "dirija" la oposición al Gobierno, me paralizo sólo de pensar que algún día pueda "presidirlo". Y eso me hace augurar que llegaremos a echar de menos a Zapatero.

2 comentarios:

matrioska_verde dijo...

1. espero que las urnas lo remdien
2. ¿desparpajo?... es lo menos carismático que me he echado a la cara.

¡voy a dejar de pensar en ésto o no dormiré esta noche!

biquiños,

Guillermo Pardo dijo...

Me gustaría ser tan optimista como tú en lo tocante a las urnas. Bicos.