El día después de una huelga general como la de ayer da para muchos análisis, con conclusiones tan dispares como los intereses que los motivan. Quizá la única conclusión común es que, después de todo, nada ha cambiado, al menos sustancialmente, lo que para los partidarios de convocarla y secundarla no quiere decir que haya sido innecesaria o inútil, cosa que no creo.
No obstante, y dado que muchos coincidimos en que las reformas son necesarias -las reformas en todos los sectores productivos, no sólo en el laboral-, también se podría modificar el sentido de las huelgas generales para reducirlas al ámbito sectorial, al menos en casos concretos.
Si muchos coincidimos, también, en que la principal responsable de la actual crisis económica es la banca, ¿por qué no hacer "huelgas" que afecten exclusivamente a la banca? ¿Qué pasaría si por consenso -como se consensúa una huelga general- un día acudiésemos a nuestros respectivos bancos y retirásemos el dinero que cada cual pueda? ¿100, 200, 500, 700, 4.000 euros...? ¿Y si cada uno de los participantes en las manifestaciones de ayer hubiese retirado sólo 100 euros de su cuenta? ¿Cuánto dinero podríamos sacar del control de los bancos en un solo día? ¿Y en una semana?
Todavía nos quedan algunas formas de ejercer poder.
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