En un momento dado, en la película Lo que el viento se llevó (1939) aparece un rótulo que dice: "La guerra ha terminado. Emerge una nueva figura: el especulador".
Aquí y ahora no atravesamos ningún conflicto bélico, pero sí una crisis económica que muchos aprovechan como si de una guerra se tratase para enriquecerse fraudulentamente, valiéndose, como los especuladores, de la buena voluntad, de la confianza, de la debilidad, de la ignorancia y de la imprudencia de muchas personas.
El engaño, la estafa y el timo a través de las ofertas fraudulentas de empleo están a la orden del día y van en aumento, como los hongos en otoño.
Los procedimientos y señuelos que utilizan los estafadores son de los más variado. Los hay que utilizan la prensa para publicar anuncios en los que se ofrecen "negocios" piramidales, los que no dan nunca la cara y remiten a un teléfono de tarifas adicionales que reportar pingües beneficios, e hay incluso quienes piden dinero directamente para supuestos gastos que otros cómplices se encargan de blanquear.
He aquí algunos fraudes comunes, que lo siguen siendo por persistencia de incautos:
-Hágase rico rápidamente. Destinado a ambiciosos compulsivos, se trata con frecuencia de negocios piramidales que medran con la venta de productos. Bajo la apariencia de empresas, captan la clientela mediante anuncios clasificados o el boca a boca, no dan detalles acerca de su identidad y reúnen a sus futuras víctimas en lugares concurridos, como hoteles, donde llevan a cabo dinámicas de grupo, salpimentadas con falsos testimonios, para captar nuevos adeptos o eslabones con que reforzar la cadena. Siempre ganan los de arriba, siempre pagan los de abajo.
-Uso fraudulento de datos. Tiene en Internet su caudal de negocio. Una supuesta empresa publica un anuncio con una oferta de empleo entre cuyos requisitos figura el envío de un currículo con datos personales y profesionales, que luego se vende a la industria del correo basura o spam. La víctima recibe decenas de correos con todo tipo de ofertas y multiplicación de ganancias. Siempre hay quien pica o pincha "sin querer".
-"Academias" de empleo. Muy activas en tiempos de crisis. Ofrecen "garantías" de trabajo seguro e información del tenor: "Todos nuestros alumnos aprueban y consiguen empleo de inmediato", o bien "Ofrecemos prácticas remuneradas al momento en empresas de primer nivel". La condición para recibir el curso es que hay que matricularse, cosa lógica; pero la lógica se evapora con el dinero.
-Centros de información laboral. Uno de los timos más abundantes, no siempre fácil de intuir y, en sus distintas versiones (trabajo, premios, encuestas con regalo, etc. etc.), de gran aceptación pública. Cuando se trata de empleo suelen publicar anuncios en los que piden candidatos sin experiencia ni formación, cosa en sí misma sospechosa. El negocio está en las llamadas de teléfono. Desde que se regularon las líneas de "tarifación especial" las ofertas de trabajo no se pueden formular desde números que empiecen por 803, 806, 807 0 905. Pero el aprovechado siempre encuentra alguna manera de saltarse la norma, como por ejemplo remitir la oferta a un número que comience por 902 y de ahí traspasarla a uno de esos otros. Es decir, quien busca empleo llama a un 902, le atienden con un mensaje grabado, y tras prometerle y asegurarle ingresos seguros y atractivos, desvían la llamada a un 806 o similar. A partir de ese momento el coste de la comunicación oscila entre los 1,10 y 1,87 euros por minuto. Transcurridas varias decenas de euriños, cuelgan el teléfono o mantienen enganchada a la víctima con una grabación musical en cuyo transcurso el contador continúa sumando.
-Gane dinero en casa. Muy tentador y socorrido por amas de casa y, en general, por personas que buscan ocupar tiempo libre y ganarse un suplemento. Suele requerirse un pago por adelantado para recibir en casa el supuesto material con el que se va a trabajar, un ingreso bancario o el envío de dinero en sellos a un apartado de correos. El rastro del timador es imperceptible al ojo común.
-El SMS Premium. Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación es uno de los más frecuentes. Se trata de mensajes del tipo "Propuesta de empleo para el propietario de este número de móvil. Envía INFO al ...". Muchos pican y pagan elevadas facturas de teléfono cuya cuantía oscila en función de las veces que se haya respondido a SMS como: "Has sido elegido por sorteo para este cásting, solicita entrevista. Envía SI al...", "Contesta SI o NO a las siguientes preguntas. Responde al...". Cada pregunta y su correspondiente respuesta tiene un coste de aproximadamente 1,41 euros.
Estos son sólo media docena de casos, pero hay muchos más, como esta derivación de los fraudes por SMS que ha denunciado portalparados.es y que ha obligado a la empresa afectada, Infojobs, a advertir del uso fraudulento de su logotipo.
El negocio va viento en popa y ha dado lugar a la formación de bandas especializadas, casi siempre con querencia por los más desprotegidos, que pese a sus sofisticados métodos de camuflaje no siempre pueden eludir la acción policial.
Todo esto es denunciable. Además de en la policía o en las oficinas de consumo, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones dispone de formularios electrónicos para hacerlo. La Guardia Civil también las recoge en la web de su Grupo de Delitos Telemáticos, así como en Facebook, donde incluye casos y comentarios de afectados. Próximamente lo hará en Tuenti y en Twitter.
Fuentes: Facua, portalparados.es, Francisco Canals
1 comentario:
Hemos tenido problemas de ese tipo. Nosotros ofrecemos un sistema para poder ganar un dinero extra(por supuesto, de forma completamente gratuita) y hay gente se monta mil historias para conseguir que los demás se apunten siguiendo su enlace. Incluso hemos tenido que poder denuncias por difamaciones y suplantaciones.
PD: Tu blog es tremendamente interesante, felicidades.
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