viernes, 3 de junio de 2011

Esto es lo que nos viene encima: El 90% de los portugueses viven con sueldos de 480 a 1.500 euros

Una fundación portuguesa ha publicado un estudio en el que se revela que nueve de cada diez habitantes de ese país perciben salarios de entre 480 y 1.500 euros al mes, en tanto que un 5% gana entre 3.000 y 5.000. El 5% restante es una minoría que cobra entre 1.500 y 3.000, o supera los 5.000.
Según ese informe, estos datos, que miden la evolución de los salarios en el Estado vecino en los últimos cinco años, convierten a Portugal en el país más desigual de Europa, por detrás de Estonia y Lituania.
En resumen: Portugal se ha quedado sin clase media en un abrir y cerrar de ojos, y me temo que España va por el mismo camino. ¿Quién no recuerda cómo lamentábamos el mileurismo y las críticas generalizadas que desataban esos "sueldos de miseria" con los que se pagaba a los jóvenes recién incorporados al mercado laboral? Hoy, tristemente, ya pensamos que un salario de mil euros es un chollo.
La realidad es que siguen bajando, y el sector duro de la patronal pretende situarlos, por ley, en el entorno del salario mínimo interprofesional, un verdadero varapalo para las familias que llevan ya años ajustando su calidad de vida a los constantes recortes.
En una espiral más propia de película de miedo que de negociaciones entre estamentos sociales obligados a alcanzar acuerdos mutuamente beneficiosos, patronal y sindicatos han roto las conversaciones sobre la negociación colectiva, curiosa, aunque no sorprendentemente, tras los resultados electorales del 22 de mayo. ¿Se reserva el PP, para cuando Rajoy sea presidente, la aprobación de la futura reforma laboral tras derogar el decreto ley que se verá obligado a aprobar ahora el Gobierno Zapatero?
Algunas informaciones apuntan en esa línea, y que será así con el propósito de hacer una reforma más dura, más liberal económicamente hablando, todavía. Teniendo en cuenta las relaciones laborales en otros países occidentales y al apoyo de Rajoy a las medidas presupuestarias de Cameron en Gran Bretaña, por citar un ejemplo reciente, creo que no sólo se aprobará el contrato único que propone el núcleo duro de la patronal -la misma que le había pedido a Aznar que ampliara las modalidades contractuales, ahora le exige a Zapatero que las reduzca-, sino que se recortarán las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, se reducirá de dos a un año (¡y gracias!) el subsidio por desempleo y se acortarán los 30 días de vacaciones. Eso, para ir haciendo boca.
Ojalá me equivoque; pero mi sexto sentido no deja de mirar de reojo hacia Portugal.

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