viernes, 9 de marzo de 2007

De suicidios y preocupaciones

Félix Soria se pregunta en el encabezamiento de su comentario si Europa camina hacia el suicidio... demográfico. Según los datos, parece claro; pero no parece que sea necesario consultar muchas estadísticas para darse cuenta de que la edad media de los europeos avanza preocupantemente. Basta mirar alrededor. En algunos pueblos y en determinados barrios no se ven niños porque no los hay, y muchos de los que se ven no son como los niños de hace veinte años: son mestizos. Afortunadamente, porque de lo contrario tendríamos que trabajar hasta la muerte para pagarnos las pensiones y porque, permítaseme la ironía, habría que plantearse recalificar los terrenos sobre los que se asientan los parques infantiles para destinarlos a edificios cuyas viviendas no se sabe muy bien quién pagará.
Y esa es la otra cuestión que atenaza el futuro, el no ya tan venturoso futuro, de los europeos. Nacho de la Fuente pone la llaga en el dedo (¿o el dedo en la llaga?) y pasa de discursos pseudopolíticos para llamar la atención sobre lo que, ciertamente, preocupa a una mayoría. ¿Me dará el sueldo para llegar a fin de mes? ¿Podré pagar la hipoteca? Ésa es la cuestión.
La alta política tendría que fajarse en buscar alternativas y aliviar el peso emocional de millones de personas que, a este paso, dejarán de pertenecer a la clase media para engrosar las filas de la baja tirando a subterránea, submundo del que, por cierto, ya se ocupa la baja política.

1 comentario:

Im-Pulso dijo...

En el fondo, y creo que en la superficie --el primero es el sostén de la segunda-- a todos los humanos --aunque a algunos les guste cerrar los ojos-- nos preocupan las mismas cosas: Vivir. Aunque, personalmente, cada vez soy m´s propenso a declinar otro verbo: sobrevivir. Tu, Guillermo, Nacho y yo estamos por lo mismo --conmatices--, vivir o sobrevivir en colectividad. Y en colectividad quiere decir, por ejemplo, sin supeditar lo esencial a los colores étnicos ni a los ideológicos.