lunes, 4 de junio de 2007

La abstención nos gobernará

Algunos, expertos incluidos, dicen que no saben por qué crece la abstención electoral ni qué razones puede tener una persona para no ejercer su derecho a votar...
Resulta curioso tal planteamiento porque estoy seguro de que en una encuesta rápida, a pie de cafetería, encontraríamos respuestas comunes, por sabidas, y otras quizá más originales, pero la mayoría se decantaría por el desencanto no con el sistema, sino con los políticos y los partidos.
Por eso, extraña que haya quien diga que no se sabe bien cómo es el abstencionista ni cuáles son las "motivaciones" por las que no va a votar. A mí, en una primera lectura, se me ocurre que el abstencionista no está motivado, por lo tanto no cabe hablar de motivaciones, sino de falta de motivación. La cosa es bien distinta. Tomemos un ejemplo: Barcelona. En la capital catalana, acogedora de una de las sociedades más dinámicas de Europa, la abstención ha superado en casi un punto y por primera vez en la historia electoral del país, II República incluida, el número de votos emitidos (49,58% frente a 50,42%) en las elecciones del 27 de mayo pasado.
Es chocante que eso ocurra precisamente en Cataluña, motor económico, social, político y de progreso desde la Edad Media. La culpa no la tienen los catalanes, ni otros españoles por extensión, sino sus representantes políticos.
Porque si en las elecciones municipales se hablase de cuestiones locales, porque si las candidaturas electorales fuesen abiertas, porque si la política nacional quedase aparcada para cuando toque, porque si la renovación de cuadros políticos fuese efectiva cada ocho años, porque si las leyes penasen rápida y eficazmente los desmanes de los elegidos, porque si los principales líderes guardasen su artillería para cuando les corresponda descuartizarse... por eso y por otras cosas que a vosotros también se os ocurren, el abstencionismo bajaría considerablemente, aunque lo habrá siempre puesto que es una opción política tan válida como la contraria.
Me temo que si los votantes no tomamos conciencia y no exigimos responsabilidad a nuestros representantes, llegará el día en que, metafóricamente, nos gobierne la abstención.

Los expertos no saben qué causa la abstención
Resultados electorales en Barcelona. Mayo 2007
Abstencionismo electoral
A título de curiosidad: La "casta" de ser político en Italia
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Da qué pensar...
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No sé qué opinará usted, pero a mí me parece que un país civilizado es aquel en que uno no tiene necesidad de perder el tiempo con la política. Soldados de Salamina. Javier Cercas. Tusquets Editores. Barcelona, 2001
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2 comentarios:

[La Otra Agenda] dijo...

Buen análisis, amigo Guillermo. Creo que planteas uno de los grandes retos de la democracia.
Yo soy de los que piensa que votar siempre, aunque sea en blanco.
Nada peor que la abstención frente a la falta de alternativas políticas.

De todas formas quiero pensar que llegado el día de "las generales" el índice de participación será mayor...

Guillermo Pardo dijo...

Confío en que así sea, Martín, aunque estas elecciones pasadas más que municipales han tenido ya marchamo de generales. A muchos les interesa colarnos esa bola y que tengamos esa percepción. Saludos.