Hubo un tiempo, el del célebre "destape español" de la transición democrática, en que los famosos, especialmente actrices, se desnudaban por "exigencia del guion".
No parece que esos tiempos hayan cambiado sustancialmente a juzgar por algunas actitudes que me retrotraen a ese pasado. Traigo a colación, por actualidad, el caso del tenista Tommy Robredo, que ha aceptado posar desnudo por "una causa justa", como si la desnudez fuese más eficaz para la solidaridad que dejarse fotografiar vestido. ¿Lo es?
Robredo (el nombre es lo de menos) piensa que sí, que su cuerpo despojado de aditamentos textiles tiene más atractivo económico que cubierto de glamurosas prendas. El asunto tiene más enjundia si tenemos en cuenta que el tenista se había negado, en primera instancia, a posar en bolas, postura que reconsideró cuando le recalcaron que se trataba de una "causa benéfica". Es decir, aceptó por cuestiones de guion.
Personalmente, discrepo de su parecer, que respeto, claro, porque creo innecesario exponerse en cueros para alcanzar tan nobles fines. La revista en cuestión, Cosmopolitan, podría haber dedicado un especial sobre el deportista con múltiples extras (fotos, entrevistas, poemas, etc. etc.) cuya rentabilidad sería igualmente beneficiosa y solidaria. No digo que esté mal que se desnude o que no deba hacerlo, es cosa suya, sino que el argumento utilizado para hacerlo me parece peregrino y la excusa, fuera de lugar.
Me temo que a la publicación le importan muy poco el Robredo deportista, su cuerpo serrano y los supuestos beneficiarios de su iniciativa, sino más bien el morbo que la imagen en cueros del tenista puede causar entre su pléyade de admiradores, entre los que no me encuentro ni dejo de encontrarme.
Confío en que las revistas de Cruz Roja, Greenpeace, Save the Children, Amnistía Internacional o El Solidario Enmascarado no tomen ejemplo tan poco ejemplar.
Foto: El País
Tommy Robredo, desnudo por una causa benéfica
El destape nacional. Crónica del desnudo en la transición
Actualización: Hamilton se desnuda (de sus juguetes)
El de Lewis Hamilton, piloto británico de Fórmula 1, es un concepto de solidaridad bien distinto, y en lugar de posar desnudo para recaudar fondos benéficos ha preferido desprenderse/desnudarse de uno de sus juguetes por una "causa justa". Gracias a su "despelote" ha obtenido en un plis-plas 60.000 euriños, cifra que dudo mucho logren otros vendiendo su piel, por exquisita que sea, en las revistas. Las embarazadas beneficiarias de tal gesto se lo agradecerán de por vida, supongo.
Hamilton subasta...
6 comentarios:
¡Acabáramos! En cuanto he leído que se trataba de la revista Cosmopolitan...
Un día de éstos tengo que escribir una entrada sobre lo que pienso de este tipo de revistas...
En fin, de acuerdo con tu punto de vista.
Esperaré a leer lo que escribes para darte mi opinión, con la que seguramente coincidiré. Gracias por tu visita. Saludos.
Completamente de acuerdo con tu postura, es más una egoísta promoción propia que una desinteresad colaboración por una causa justa.
Enlazo el post en mi lateral.
Un saludo
yo también coincidiré con viguetana, estoy segura.
nunca he entendido esta moda fullmonty, de verdad.
Está bien el desnudo para las grandes obras clásicas de la pintura y la escultura, pero los desnudos que aparecen por ahí, no dejan de ser una cuestión de exhibicionismo, de provocación o de marketing. Una causa justa de verdad es de los misioneros que se van a África o a América Latina y se mueren ayudando a la gente sin que nadie sepa nada de ellos.
A cualquiera pueden motivarle muchas cosas para hacer lo que hace, pero yo me alineo más con Hamilton porque con menos pompa y seguramente con menos esfuerzo logró un buen resultado en un corto espacio de tiempo. Yo a eso lo llamo eficacia. Saludos.
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