El caso es que las previsiones iniciales de poco más de un millón de desplazados por el desarrollo del monumental proyecto se quedaron en agua de borrajas, aunque mucho me temo que aquella “previsión” no fue más que un cuento chino (¿ironía?) para ocultar una realidad, una posterior realidad mucho más trágica y humanamente insoportable.
No será un millón, que ya vale, sino seis los obligados al éxodo. Un éxodo que si nadie lo remedia, y no lo remediará, se convertirá en el más importante de la historia de la humanidad en tiempos de paz. Si ese desplazamiento masivo se produjese hoy sería incluso cuantitativamente más numeroso que el que se vive en el asediado Irak, donde según ACNUR se ven obligadas a dejar sus hogares más de cuatro millones de personas. A razón de dos mil por día. Calderilla para la Sociedad de Naciones.
A juzgar por el escaso eco que se ha dado a la noticia, la cuestión de los desplazados en China no parece revestir idéntica gravedad como cuando son víctimas de inundaciones, de tifones o de guerras. En esta ocasión son víctimas del desarrollo, que es más moderno y políticamente aceptable, pues es en su beneficio que millones de personas deben abandonar sus hogares y sus tierras. No deja de ser paradójico que cuanto más avanzada se halla la humanidad, menos se protege a las personas de decisiones supuestamente asentadas en procesos científicos, como tampoco dejan de resultar paradójicos los problemas demográficos, ecológicos, medioambientales y estructurales que las mismas autoridades chinas dicen reconocer ahora.
Con ser esto muy grave, no me lo parece más que el drama humano que espera a esos millones de personas por tener que desubicarse y reasentarse en áreas ya de por sí castigadas demográfica, urbanística y ambientalmente.
Pero no creo que pase nada. Son chinos, aún quedan millones y no creo que estén en peligro de extinción.
China evacuará a cuatro millones de personas
China advierte de una posible catástrofe ambiental
La presa de Las Tres Gargantas. Monografía
Vista desde el espacio
Crónica de Rafael Poch para La Vanguardia
La nueva muralla china. Vídeo en español (1,38 minutos)
Vídeo. Compuertas abiertas (17 segundos)
8 comentarios:
Está bien tu preocupación por la situación de los seis millones de chinos desplazados en su propio país y está bien que desdramatices la situación de que, afortunadamente, no están en peligro de extinción. Una noticia que no conocía y me acabo de enterar por tu intrépida curiosidad periodística.Saludos.
Pues yo también leí esta noticia en el periódico y también pensé que era algo terrible.
Alucino de ver que nadie más haya hablado de ello...
yo la leí, me horroricé y la olvidé hasta hoy, guillermo. es repugnante pero es la verdad. me acaba de pasar en otro blog, que hablaban de birmania. ha dejado de salir en los periódicos y ya ni lo recordaba. menuda mierda.
Me ha encantado tu análisis. Sobre todo la reflexión de que cuando son catástrofes naturales se les trata de héroes y heroínas, se organizan telemaratones y todo el paripé, pero cuando se trata de desarrollo y negocio nada de nada. Hay que ver. Ibarretxe, Mayor Oreja y Hamilton hasta en la sopa... Hay que ver.
Lo he leído este fin de semana con sumo interés en varios periódicos, me parece espantoso.
Pero es muy cierto, China nos queda muy lejos y son muchos.
Saludos
PD: Tienes un premio en mi blog muy merecido.
Un fuerte abr.azo
La imagen que se tiene de los chinos es que en un 90% son los propietarios de los establecimientos de todo a 1€, que están arruinando a muchos de nuestros fabricantes, que se reproducen como conejos, que el estado español parece que les exime de pagar determinados impuestos por abrir sus negocios aquí y que son comunistas (¿)¡una joya! Pero el chino está sometido a un régimen politico que tiene a su pueblo adocenado, y lo peor es que lo que sucede en China repercute en todo el planeta, y el éxodo va a traer cola, por mucho que pretendan enmascararlo con una idea de progreso y modernidad.
Gracias por el cumplido, don Guillermo. No tengo bitácora y apenas sé lo que es un post, pero le adelanto que soy periodista como vos.
Saludos, E.
La verdad que están pasando unas cosas que espantan a cualquiera.
No creo que dejen ahí a esa gente..no puede ser verdad.
Espero que lleguen a una solución beneficiosa para ellos y para el mundo en general.
Un abrazo esperanzador...
Lápices.
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