sábado, 15 de diciembre de 2007

Personalmente aludidos

No suelo contar nada demasiado personal en este blog. Pero hoy necesito desahogarme, porque me siento desolada.
Hace un tiempo, quizá algunos lo recordéis, conté aquí que me habían despedido de uno de mis trabajos. La mayoría sabéis que soy periodista autónoma, normalmente trabajo directamente para empresas... pero ese trabajo era el único que conservaba en un medio de comunicación.
Llevaba cuatro años trabajando sin contrato. Cuatro. Cobrando por un programa semanal 260 euros al mes. No lloréis, según el tipo que maneja ese medio, periodista es cualquiera y bastante es que nos paga. El día que me echó, después de cuatro años, me alargó una carta de despido. Sin explicaciones. Sin mirarme a los ojos. Con la poca clase que caracteriza a la gente que nació rica pero que es nueva rica, los ricos de segunda generación. En Vigo tenemos muchos de esos.
Tras el despido decidí denunciar al medio, ya que la relación laboral es evidente, y quiero que quede demostrada. Ello conlleva una indemnización por despido improcedente. Y, lo que es más importante, demostraría que las empresas no pueden hacer lo que les da la gana: tener a gente trabajando sin contrato, por ejemplo. Muchas veces me he preguntado qué hubiese pasado si hubiese tenido un accidente de coche yendo a hacer una entrevista.
En el acto de conciliación, la abogada de este señor le insistió en varias ocasiones para que aceptase nuestra ventajosísima oferta económica, pero él se negó. Me llamaba "colaboradora" cuando el funcionario decía "trabajadora". Como si los colaboradores no tuviésemos derechos. Como si las personas no tuviésemos derechos.
Finalmente iremos a juicio. Pero la mayor parte de mis compañeros me han dicho que no les llame como testigos. Que lo entienda. Que no quieren meterse en líos. ¿Líos? Imaginaos qué lío es contestar sí a esta pregunta: "¿Utilizaba Desesperada las instalaciones de este medio de comunicación de forma habitual?". Eso es lo único que les preguntaría mi abogada.
Esos compañeros cobran entre 500 y 600 euros. Cobrarían más en cualquier tienda, en cualquier bar, en cualquier oficina. Hace tiempo, un sindicalista catalán me explicó por qué la gente con sueldos bajos acepta cosas que el resto no aceptamos: "Cuando ves a un periodista del Tomate correr tras un famoso que le desprecia te dices que tú nunca harías eso. Y es cierto, no lo harías cobrando un sueldo decente. Pero cuando ganas 500 euros tú mismo acabas sintiendo que no vales nada y actuando en consecuencia".
No sé si es cierto. Sólo sé que a pesar de creer que tenía amigos en ese sitio, me he dado cuenta de que en esta puta mierda de mundo estamos siempre solos, al final.

Conozco a Desesperada, la autora de este texto, desde hace años y puedo asegurar que es mucho mejor profesional ella que mínimamente empresario quien la desprecia de forma tan grosera.
Su historia es la de muchas personas capaces que tienen la mala suerte de topar con impresentables cuyo concepto de empresa se aproxima al que puede tener un bucanero de su barco. Los “negros”, en este caso, no lo son de piel, sino de una servidumbre fomentada con prácticas de mercadeo demasiado frecuentes como para no sentirnos personalmente aludidos.
Aludidos, sí, porque nadie está libre de tan perniciosa bilis “empresarial”.

Im-Pulso: Los pies de barro del oficio de informar


11 comentarios:

entrenomadas dijo...

Sí, lo he leído en su blog, le he dejado un comentario.
Qué canallada. No la conozco pero sólo con un vistazo a su blog una ve que se trata de un pedazo de profesional, de un lujo para cualquier medio.

Que miserables han sido, no se me ocurre otra cosa.



Kisses

LuLLy, reflexiones al desnudo dijo...

Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
Me despiertas impotencia por todo esto y te acompaño en forma virtual. Te deseo lo mejor y que tengas fortaleza.

Te dejo afectos desde mi alma!

Fran Invernoz dijo...

Bueno, pasa cada cosa que es alucinante, conozco un periodista latinoamericano que sufre acoso laboral en un diario y, lo de una mujer desesperada es desesparante. Me solidarizo con ella.

Anónimo dijo...

Ya le ofrecí todo mi apoyo en su blog. Desgraciadamente, es todo lo que algunos podemos hacer.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

soy periodista y sé muy bien como funciona de mal este gremio. Se cometen muchas tropelías. Ah, muy mal por los compañeros, así no se va a ningún sitio.

un abrazo.

Desesperada dijo...

gracias a todos, chicos. aunque penséis que no, no sabéis cuánto me ayuda leeros. la blogosfera es grande, ¿os dais cuenta? me siento más arropada por vosotros que por gente que consideraba amiga. un abrazo enorme.

guillermo, gracias por reproducir la entrada.

Julio Torres dijo...

Fai varios anos que, por degracia, non podo traballar da miña profesión de xornalista. Nunha entrevista lémbrome que me ofrecían 70.000 ptas e os gastos de desprazamento corrían a miña conta. Tras decirme o soldo, espetáronme sen nin preguntalo eu: "e que o kg de xornalista vai barato". E será porque a editorial non tiña CAPITAL....

Creo que os xornalistas nos botamos pedras contra o noso propio tellado. Parece mentira que no haxa un mínimo decente que poidamos cobrar. Logo pasa o que pasa. E digo eu: ¿non hai un colexio de xornalista que loite en serio pola profesión?

Namenres o kg de periodista vaia barato, a profesion de xornalista terá menos autoestima que calquera outra. Porque, non nos enganemos, a profesión fanna os profesionais, e se éstes a maltratan economicamente estarán enterrándoa e fomentando que traballe de xornalista calquera persoa ou calquera famosillo sin estudios de xornalismo (perdón, se é famosillo, polo feito de selo, seguro que vai cobrar máis que un licenciado en xornalismo. VER PARA CRER)

Algún día gustaríame traballar de novo como xornalista, ou como colaborador -que tamén é un traballador- e sentirme valorado. E o valor dun profesional empeza por sentirse apreciado economicamente.


Un saúdo e moitos ánimos Desesperada.

Desesperada dijo...

grazas, julio. de tódolos xeitos, penso que estamos asi porque queremos. con xornalistas de toda galicia formamos o sindicato de xornalistas de galicia, porque non él labor do colexio defender os nosos dereitos laborais, e como os grandes sindicatos pasan olímpicamente de nós, un grupo de xornalistas, fotógrafos, etc, formamos o sindicatos. a xente pasa como da merda de afiliarse, todo o mundo di: bah, non vades cambiar nada. non, dende logo así non. Eu estoy pensando seriamente deixar o xornalismo. non polo da tele, esto é só unha merda máis nunha vida xornalística de merda... en fin, grazas de novo e bicos.

Guillermo Pardo dijo...

Desde luego, no tiene sentido que quienes se dedican, por obligación, a denunciar las pésimas condiciones de vida (incluidas la laborales) de los demás y critican a quien las propician, se vean en ellas y las acepten. Tiene razón Desesperada cuando dice que en otras profesiones ganas más y te tratan mejor.
Gracias a todos y sigamos trabajando para tratar de evitar situaciones como la denunciada.
Saludos.

Waiting for Godot dijo...

Es por eso que hace tiempo no trabajo para ningún medio, yo creo que se repite a nivel mundial. Muchos besos.

JLuis dijo...

La soledad de la lucha es en muchas ocasiones peor que los motivos por los que la iniciamos.

Un abrazote muy gordo para Desesperada. ... y para su exjefe no hay mejor descripción que la que hace Serrat y nos recuerda Guillermo.