Escribe Francisco O. Campillo:
Y a los cuatro hijos de puta
que sólo tienen ojos para si mismos,
y oídos para sus palabras,
y piedad únicamente para su dolor,
y que se sienten dueños
de todo cuanto esté a su alcance,
sin importarles el daño
que causen,
con su ambición
sin límites
y su egoísmo enfermizo…
mis sinceros deseos de felicidad.
[+] Caminando en el desierto
P.D. Por error, en un principio atribuí a Eduardo Galeano el texto de este post; pero su autor, Francisco O. Campillo, me recuerda, amablemente, que el césar es él. Así que devolvámosle el mérito y el honor literario. Disculpas.
2 comentarios:
Amigo Guillermo
Visito tu blog -te prometo que volveré- y te agradezco que te hagas eco de lo que se publica en CAMINANDO. Sólo una indicación: el texto de este post no es obra de Eduardo Galeano, sino mio ¡Ya me gustaría a mi escribir como Galeano!
Te pido disculpas. Me quedé con la copla, y el apellido, de Galeano que encabeza la columna izquierda de tu bitácora. Saludos y gracias por tus visitas.
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