El Gobierno ha hecho gestos de pretendido aperturismo encaminados, a simple vista, a fomentar el consumo de una sociedad en la que se obtienen salarios medios equivalentes a unos 15 euros mensuales, independientemente de que se sea albañil o arquitecto. Por obra y gracia de quien decide, cualquier cubanito con semejante sueldo tiene permiso, cosa de agradecer, para comprar un DVD o pasar una noche en un hotel por 100 euros, o adquirir una moto eléctrica china por unos 750, el equivalente a unos cinco años de salario, sin contar gastos de primera necesidad.
Me gustaría creer que semejante dosis de generosidad es más que un tímido principio de no se sabe bien qué, porque si hubiese una clara, decidida y valiente intención de cambiar realmente algo se habría empezado por restituir la dignidad político-social de las personas permitiéndoles opinar y elegir libremente a sus representantes, sin más control que el que asumimos en las sociedades democráticas para el ejemplar desarrollo de unas elecciones, sin ir más lejos.
Mientras no haya comicios libres, mientras haya prisioneros y refugiados políticos, mientras no se reconozca y devuelva la nacionalidad cubana a quienes optaron por otro camino distinto a la deriva tomada por la revolución, mientras al lado de un opinador oficial no pueda sentarse otro de ideas distintas, mientras los cubanos no puedan salir y entrar libremente en su tierra, comer en Miami y dormir en
En tanto eso no ocurra, los “generosos” permisos gubernamentales para comprar teléfonos móviles no son más que placebo para disimular la triste e inmerecida realidad de un pueblo con talento.
Cubaencuentro: ¿Comprar o mirar?
Cubanálisis: Poniéndole el cascabel al gato
Redeyes: Sobre Cuba y lo políticamente correcto
5 comentarios:
Hola Guillermo: Coincidimos en analizar lo que pasa en Cuba en nuestras últimas entradas. Aunque me temo que con perspectivas distintas... Un abrazo
Pues sí. ¿Qué más se puede añadir?
La gracia es lo bien recibidas que han sido esas medidas por el "primer mundo".
Pues ya es coincidencia, Isaac. Ya he leído tu post y te dejé un comentario. También he estado en Cuba y tengo muchos amigos cubanos. Valoro mucho los avances en el país, pero hay estructuras que no pueden mantenerse más allá del tiempo para el que fueron concebidas. Y ese tiempo ha pasado, compañero.
Saludos y abrazos para todos.
HAS DICHO Y MUY BIEN DICHO! Estoy aplaudiendote desde aquí. Besos.
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