Al gran Dylan acaban de concederle el Pulitzer, como si Dylan necesitase el Pulitzer para ser reconocido. Más bien lo contrario: el Pulitzer acaba de darse un baño de multitudes gracias al irrepetible Dylan.
Por el jurado del distinguido galardón nos enteramos de que la música dylaniana tiene "gran valor poético". Otra vez el Pulitzer concede algo que no es suyo, pues Dylan y su música ya eran poesía antes de que el premio decidiese engrandecerse incluyendo en su nómina al chico, musicalmente hablando, de Minnesota.
Está bien, aunque el reconocimiento llegue tarde, que los gestores del galardón hayan decidido abrir la mano para reconocer "otras músicas" y otros autores al margen de la clásica y los clásicos.
También llega tarde, en el sentido de que parece que se ha hecho de rogar, ¡pero bienvenida sea!, la fusión musical de Maria Bethânia y Omara Portuondo, poetisas de corazones sembrados de arpegios que acaban de lanzar un disco y un deuvedé de sublime grandeza, según mi gusto poético-musical. En este enlace, y tras pulsar sobre "escuche música a música", podéis escuchar fragmentos de las canciones del nuevo trabajo.
Algún día el jurado del Pulitzer dirá también de ellas que su música tiene "gran valor poético".
Foto: Maria Bethânia y Omara Portuondo
4 comentarios:
toda la razón, Guillermo, Dylan ya era Dylan sin premios
Y con ellos también. Saludos, compañero.
Dinamita pura estas dos juntas :) Besos.
Me encantan ambas por separado, así que no veo el momento de escucharlas juntas.
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