martes, 1 de julio de 2008

Diluvios

Por las noches, cuando me acuesto, abro el paraguas antes de quedarme dormido.
Sé que de un momento a otro, el vecino que duerme sobre el techo de mi habitación abrirá la ducha y soltará un torrente que me empapará los oídos. Cada noche me ahogo en la misma rutina acuática y hasta he llegado a obsesionarme con la idea de que cualquier día me saldrán agallas para respirar bajo ese mar nocturno que se desliza, caudaloso, por el desagüe.
Con los ojos cerrados, a él lo imagino con gorra de capitán sobre el barco de papel en el que navegan sus insomnios, mientras yo me veo cubierto con sábanas impermeables, agarrado al paraguas y al salvavidas que ha colocado en el ojo de buey de su puente de mando, en el que, con grandes caracteres azul marino, ha escrito: SE VENDE.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bien entiendo su hartazgo. Yo tuve que soportar durante dos años las obras de un teatro que tengo enfrente. El problema es que en verano trabajaba de noche. No hay que echarle mucha imaginación para entender como me sentía.

Irreverens dijo...

¡Qué bonito lo has dicho!
:D

Eifonso Lagares dijo...

Hasta las quejas son una maravilla para su lectura.
Un saludo

Waiting for Godot dijo...

Que forma tan original de quejarte :) Besos.

Guillermo Pardo dijo...

Veo que algunos lo habéis interpretado como una queja, pero no era ése el fondo de mi intención, sino pura y modestamente literario. Pero también sirve de queja, que conste.
Gracias y saludos.

matrioska_verde dijo...

Hubo una época en que tenía mucho miedo a dormir sola en casa, ya era muy mayor pero seguía teniendo miedo y ansiedad. Descubrí que un buen método para superarlo era acostarme temprano mientras todavía se oían los ruidos de los vecinos en sus baños, una tele lejana, una tos... todos esos sonidos me hacían compañía y me sentía menos sola y por tanto más relajada para entrar en el sueño.

Fue una época de grandes insomnios. Y más cosas.

bicos,
Aldabra

entrenomadas dijo...

No, no me parece una queja, pero sí una exquisita forma de describir el mundo sonoro de la noche cuando no se puede dormir y todo parece confabularse, el vecino, el fantasma, el crujir de las paredes.
Tengo un traje de neopreno, si quieres te lo envío...

Precioso texto.

Guillermo Pardo dijo...

M: muy bueno lo del traje de neopreno, lo probaré.
Aldabra: Los ruidos son como la luz, pues ayudan a mantener a raya la soledad y los temores.
Gracias por vuestros comentarios. Saludos.

albalpha dijo...

A mi tampoco me parece una queja, es más me ha parecido hermoso lo que provoca el sonido del agua en la imaginación.

Saludos
Alba