"¿Cómo puede un chino sin visado de entrada, sin conocer el idioma y sin poder pasar desapercibido, viajar los miles de kilómetros que separan ambos países y aparecer en España?"
La pregunta es previa a la respuesta que el mismo periodista ofrece en su reportaje de El Periódico.
El método que utilizan las mafias asiáticas para introducir ilegalmente personas en terceros países es complicado y costoso, y pone de manifiesto que no hay complicación suficiente que impida ganar dinero como sea. Dinero fácil, como el procedente de la explotación sexual.
Pero el método pone de relieve también otras bajezas humanas: el personal de aeropuertos que se deja sobornar o los policías de fronteras que miran a otro lado con tal se sacarse el muerto de encima y cargárselo a otro. ¿Os suena?
3 comentarios:
Bueno, no me extrañan los sobornos, pero no me creo que sólo se deba a eso, porque entonces habría por aquí cuatro chinos y los hay a miles. No todos pueden entrar así. Algo falta.
Cristóbal,
Por sobornos, tienes razón, entrarían cuatro gatos; ¡pero por evitar complicaciones...!
Claro que falta algo, Cristóbal: todo lo que no sabemos.
Gracias, compañeros.
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