jueves, 21 de enero de 2010

A propósito de Vic y otros lugares

Tenemos que aprender y comprender que, por indiferentes y ajenas a nosotros que nos parezcan las personas de otro color de piel, nacionalidad o religión, tenemos la obligación de convivir y trabajar con esos "otros" para sobrevivir en este mundo de corrupción, de sufrimiento y de explotación. Una de las conclusiones sería: entierra todos los valores de "la pureza política" que te hacen creer que estás excluido, que te quedas al margen. Y otra sería que, con la toma de conciencia de los riesgos globales, también se abren espacios para futuros proyectos alternativos, esto es, para modernidades alternativas. Confrontados inevitablemente a los riesgos, nos vemos obligados a elaborar un "punto de vista cosmopolita" y a reconocer la pluralidad irreductible del mundo, lo que podría relegar "el punto de vista nacional". [¿Qué hay detrás de los "sin papeles"?]

Las claves del empadronamiento de "sin papeles"

3 comentarios:

joaquina dijo...

Lo he leído también en algún otro periódico, sin embargo el nombre del pueblo es Vic (provincia de Barcelona).

Runaway dijo...

Yo he sido compañero de trabajo de peruanos, chilenos, argentinos, uruguayos, brasileños, mejicanos, ecuatorianos, venezolanos, marroquíes, subsaharianos, rusos y rumanos.
También de españoles, payos, gitanos,holandeses, belgas, franceses, ingleses, italianos y alemanes.
Todos ellos tienen una cosa en común: son PERSONAS, seres humanos con sus virtudes y defectos, hombres y mujeres buenos y malos.
La experiencia que he tenido con ellos, salvo excepciones, ha sido en general satisfactoria y enriquecedora. Lo mismo que con los nativos, mis compatriotas españoles.
Pero es triste ver cómo éstos han perdido la memoria y ya no se acuerdan cuando nosotros huíamos de la opresión y del hambre y emigremos a América, Australia, Suiza, Alemania, Francia, Madrid, Cataluña o Euskadi. Los más cínicos dicen que bueno, nosotros íbamos regulados y con contrato de trabajo antes de salir. Sí claro, y también en el siglo XIX lo hacían por internet y llevaban el portátil en la maleta de cartón.
http://born-to-run-runaway.blogspot.com/2010/01/la-solucion-finalal-problema-del-paro.html

Guillermo Pardo dijo...

Tienes razón, Joaquina. Gracias.

Runaway: Siempre habrá personas interesadas en agitar la botella para que salte el corcho. Los que no lo hacemos tenemos la obligación moral de evitar que eso ocurra. Por eso escribimos. Por las personas y para las personas. Veo que tú también y me alegra.

Gracias a ambos por vuestras visitas y comentarios.