martes, 2 de febrero de 2010

Prefiero a Forrest Gump

En algunos blogs he visto que se traza un paralelismo entre Forrest Gump y el PP, que es como si dijésemos entre una manera de entender y vivir la vida y una manera de entender y ejercer la política.
Sin pretender enjuiciar ni criticar las opiniones de quienes han recurrido a tal recurso estilístico, bajo mi punto de vista el parecido entre ambas "figuras" va más allá del que parece querer vincularlos intelectualmente.
En primer lugar, porque el personaje creado por Winston Groom tiene al menos cuatro virtudes (honradez, honestidad, integridad y compasión) que no se aprecian en el PP como organización.
En segundo lugar, porque tonto es "el que hace o dice tonterías" -terminología empleada por la madre de Forrest para consolarlo de las burlas de amigos y compañeros que se reían de él por su escaso coeficiente intelectual (75%)- y Forrest Gump ni las hace ni las dice.
De modo que, si tuviese que decantar mi voto entre una u otra opción, me quedaría con Forrest Gump. Francamente.

4 comentarios:

matrioska_verde dijo...

yo también me quedo con Forrest, personaje tierno donde los haya, que se te mete dentro hasta la médula.

el PP no me produce ni ternura ni nada de nada.

biquiños,

Guillermo Pardo dijo...

A mí el PP me produce algo enojoso como el rechazo. Bicos.

Julio Torres dijo...

Coincido. Ougallá houbese máis Forrest Gump no mundo, ou que os políticos fosen máis coma el. Habería máis esperanzas e menos persoas maliciosas e interesadas...

Un saúdo, amigo
Carpe Diem

Alvariño dijo...

Penso que o PP vai gañar as próximas eleccións, ó mellor por maioría absoluta, sen mover un so dedo. Así, pola cara, sen facer ningún mérito. O desencanto de moitos colectivos fará que a xente vote ó PP, non porque sexan de dereitas, non, senón porque están fartos da racha de mala "baraka" do Sr. Zapatero. En fin, gobernar cando todo vai relativamente ben e se van cuadrando as contas non debe ser demasiado complicado. Agora ben, gobernar na situación actual xa é outro cantar. En España, temos unha clase política bastante incapaz. E demos grazas a Deus se non volve outra vez Aznar, que eu presinto que xa se está animando.