El gran estadista mundial José María Aznar utiliza su fundación para enviar torcidos mensajes políticos muy directos a quien quiera tenerlos en cuenta, que son muchos.
Yo no suelo hacerlo -allá cada cual con lo que quiera envenenarse, yo prefiero seguir fumando-, pero de vez en cuando gasto un poco de mi tiempo en leer los dardos envenenados de este pozo de rencorosa ponzoña que es este señor de Valladolid.
En su última diatriba patriótica, el gran estadista mundial afirma, a través de la Faes -como si él no tuviera nada que ver- que el PP no debe ayudar al Gobierno a salir de la crisis. Perfecto. El PP está en su derecho de hacer la política que quiera, pero a lo que no tiene derecho es a impedir -por "omisión de socorro", por utilizar un término penal- la salida de la crisis. Es comprensible que el PP quiera alcanzar el poder y gobernar el país, pero es incomprensible que quiera hacerlo a costa del sacrificio colectivo.
Advierte el gran estadista mundial: "Los tiempos mejores llegarán si alguien los trae". Alberto Núñez Feijoo prometió durante y después de la campaña que lo llevó a la presidencia de la Xunta que su política evitaría la destrucción de empleo. Pues bien, un año después, y por primera vez desde el 2005, la cifra de gallegos ocupados ha caído por debajo del millón, según datos avanzados de la EPA del primer trimestre ofrecidos por el economista Manuel Lago en el suplemento Mercados de La Voz de Galicia de ayer, 25 de abril.
Estaría bien que el gran estadista mundial nos sacase de dudas sobre quién traerá esos tiempos mejores.
4 comentarios:
No cabe la pregunta. Evidentemente él, el gran estadista. Tiempos de gúrteles, enriquecimiento fácil a costa de la naturaleza y de los demás, tiempos de guerras, tiempos de placidez, tiempos de xenofobia, homofobia y discriminaciones varias. Pero eso es lo que quieren 10'5 millones de ciudadanos de bien. A ver qué dicen los millones restantes.
Este tío es una indigestión de la historia.. y para ello hay que tratarlo igual que se tratan las indigestiones humanas.
Este personaje es un fascista disfrazado de demócrata, así de claro.
Pues sí, Yassin, es una indigestión que, como dice Gloria, parece que le siente bien a diez millones y pico de electores. Mucho bicarbonato es lo que hace falta.
Frank: sus acciones parecen, al menos, acercarnos a lo que dices de él.
Gracias a todos por vuestras visitas y comentarios. Saludos.
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