Cuando envejecemos nos sentimos sin capacidad de producir cosas nuevas.
Es entonces cuando nuestras esperanzas se alimentan de acciones notables realizadas por personas más viejas que nosotros, que han tenido el coraje de aceptar los desafíos que la vida presenta en la edad avanzada.
Harold Schlumberg es una de esas personas.
-Muchos me preguntan qué hacen los ancianos después de jubilados. Yo, les respondo, tengo la suerte de ser graduado en ingeniería química y una de las cosas que más me gusta hacer es transformar cervezas, vinos y otras bebidas alcohólicas en orina.
Harold debería ser motivo de inspiración para todos nosotros.
Vía: Lo que más abunda es la mentira
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