"Cuando Diego de Azqueta (Bilbao, 1952) se adentraba en las selvas de Ecuador para descubrir los secretos de los jíbaros, un servidor todavía no había nacido. Corría el año 73, Diego estudiaba Derecho y quería viajar, escribir, conocer mundo. El contacto con los indígenas le transformó, no podía salir de allí con unas fotos y olvidarse de ellos y de sus problemas, de las injusticias que les machacaban y amenazaban su supervivencia. Así que plantó en España la bandera de la causa indígena".
José Antonio Ritoré en La regla de William
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