lunes, 18 de octubre de 2010

Las informaciones eran falsas y no contrastadas

"La falta de diligencia no puede sino tildarse de superlativa... Las publicaciones, inexactas, tendenciosas y repetitivas", es lo que dice, según El País, el fallo de un juzgado de Girona que condena por "intromisión ilegítima en el derecho al honor" a la editora de El Mundo, a su director y a los autores de las informaciones que acusaron a dos pintores de esconder a un criminal nazi.
El mismo periódico informa de que la sentencia considera probado que todas las informaciones sobre el caso eran falsas y no fueron contrastadas.
En mi modesta opinión, la pena de 60.000 euros impuesta por el juzgado es escasa para semejante despropósito y por el grave e irreparable daño ocasionado no sólo a las víctimas de este caso concreto, sino a los lectores de ese medio de comunicación. Creo que a un periódico que incurre en tan graves faltas debería impedírsele publicar durante una temporada, de modo que tuviese tiempo de repasar las reglas de oro de la deontología periodística y las consecuencias penales de su inobservancia.
Para mayor sarcasmo, el colmo del cinismo: uno de los "periodistas" condenados, expulsado ya del periódico, montó una empresa que se ofrece a "limpiar la imagen a todos los niveles de empresas y personas físicas perjudicadas en los medios de comunicación y en Internet y a las que no se ha respetado su presunción de inocencia ni su derecho a dar su versión de unos hechos".
Como dice una de sus víctimas, es el mundo al revés, el conejo persiguiendo al perro.

No hay comentarios: