En las ruedas de prensa y en las apariciones en los medios de representantes del Movimiento 15-M hemos visto por regla general a distintas personas, de manera que no es posible identificar a esta corriente ciudadana con unos rostros determinados. ¿Es eso bueno para los objetivos del movimiento?
En los últimos días se han podido oír y leer opiniones, e incluso discusiones, al respecto, en algunas de las cuales varias personas afirman no saber a qué atenerse, a quién dirigirse o simplemente cómo identificar y poner caras a las protestas y reivindicaciones. ¿Es necesario un DNI para el malestar ciudadano?
Muchas personas parecen olvidar o ignorar que el Movimiento 15-M es tan espontáneo como la necesidad de buscarse la vida, comer o respirar en una atmósfera social y económica en la que dar satisfacción a cualquiera de esas urgencias está siendo más difícil cada día, y en la que exteriorizar el descontento y el hartazgo por los constantes asaltos a los derechos fundamentales y al bienestar requerían respuestas mayoritariamente respaldadas para defender la dignidad individual desde el apoyo colectivo.
Quizá lo mejor que le haya podido pasar hasta la fecha al movimiento es haber sido canalizado a través de una organización anónima, en los términos en que estamos hablando, que ha aglutinado a un buen número de entidades representativas de distintos ámbitos sociales. ¿Hubiera tenido el movimiento el masivo respaldo que tiene si lo hubiesen encabezado Julio Anguita o Eduard Punset, por citar dos rostros conocidos? ¿Se habría librado de la acusación de estar ideológicamente escorado hacia una u otra tendencia política? ¿Se sentirían los indignados de derechas identificados con un líder de izquierdas y viceversa?
Lo difuso tiene la ventaja de que no se puede destruir, como tampoco se puede desmantelar o deshacer algo que carece de una identidad clara. Se puede acabar con la carrera política de Zapatero, pero no se puede borrar la ideología socialista. El Movimiento 15-M responde también a un concepto y por eso no necesitó líderes para ponerse en marcha, prender como la pólvora y extenderse en el ámbito internacional.
El movimiento ha logrado organizarse, se mueve conscientemente de manera transparente y democrática, y sin necesidad de líderes, que pueden comprarse o venderse, ha logrado calar en una ciudadanía que ha perdido la confianza en el funcionamiento del sistema y en sus representantes.
De momento está demostrando que sin líderes es posible trabajar para cambiarlo.
Otras opiniones:
Guerra eterna: Matará Sol al #15-M
Punts de vista: El engaño de la "operación limpieza"
Texto casi diario: Las acampadas, el 15-M y la lentitud
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, compañero
Hola, disculpa las molestias conoces a alguien alq ue pueda dirigirme dentro del 15M, algun porta voz, o encargadod e comunicacion, realziaremso en méxico un programa por internet y queremos escuchar su opinion en Mx, ya que solo obtenemos informacion periodistica pero ninguna formulación directa. Contacto: angel_pazka@hotmail.com
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