Si usted quiere ser diputado en las Cortes puede optar por alguna de estas dos opciones:
1).- Enrolarse en uno de los grandes partidos y decir amén a todo, genuflexiones incluidas.
2).- Crear un partido en una circunscripción electoral pequeña, Navarra o Asturias, por citar dos ejemplos, y currárselo un poco.
Si opta por lo primero debe asumir que tendrá que tragar muchos sapos, lo que le resultará fácil si son del gusto de su paladar. Y si tuviese algún atisbo de escrúpulo, no se lo tome a pecho: puede consolarse y autojustificarse pensando en que siempre ganan los mismos y que son muchos los mismos, lo hayan hecho bien o no, que ocupan los escaños elección tras elección.
Si opta por lo segundo tendrá igualmente premio, pues con poco más de 40.000 votos o el 0,17% de los de su circunscripción habrá logrado un escaño. Eso es lo que ha ocurrido en uno de los ejemplos antes citados, de tal modo que los 42.411 votantes de Geroa Bai tendrán voz en el Congreso, pero no los 215.776 que lo hicieron por Equo o los 101.557 que dieron su apoyo al Partido Animalista, por citar otros dos ejemplos.
A esto le seguimos llamando democracia, pero D'Hondt es una democracia real.
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2 comentarios:
Es lo que tiene la concentración del voto. En fin, necesitamos una nueva ley electoral.
Que la necesitamos es sabido desde hace tiempo; pero lo importante es que todavía no privan de ella.
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