El presidente Zapatero fue entrevistado anoche en Antena 3 por tres perioristas ejercientes de opositores: Gloria Lomana, Juan Pedro Valentín y Alfredo Urdaci.
Más que entrevistadores parecían diputados tratando de someter al rival a un tercer grado riguroso, del que aquél salió sonriente porque ya debía esperárselo, como la pretendida audacia de Urdaci cuando lo comparó con Aznar. Zapatero estuvo atento y hábil: "Comprendo que te cueste olvidar ciertas cosas", respondió a un Urdaci crispado, incómodo y rencoroso. Su rictus lo delataba. ¿Cómo se puede enfrentar a semejante papeleta quien no está psicológicamente preparado para ello? ¿Qué credibilidad pueden ofrecer este periodista condenado por manipulador y la televisión que le permite interrogar nada menos que al presidente del país?
Gloria Lomana, directora de informativos de la cadena, estuvo perdida. Se le fue la fuerza en tratar de conseguir un debate en exclusiva entre Rajoy y Zapatero sin darse cuenta de que es cosa, al menos, de dos.
Juan Pedro Valentín fue más cordial y profesional, pero tampoco se salva de una quema de periodistas metidos a políticos que han perdido una buena oportunidad de lustrar su expediente profesional y de mejorar la imagen de su empresa.
Zapatero estuvo en su línea, como en la entrevista de TVE: pesado con las cifras, lo que aprovechó, gracias a los entrevistadores, para hacer lo que quería: política partidaria.
Fue, sin duda, la peor entrevista posible al líder del PSOE, porque cuando un periodista ejerce de opositor, siempre gana el político.
[Foto: Zapatero y Gloria Lomana, directora de los servicios informativos de Antena 3 / Javi Martínez]
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