jueves, 12 de julio de 2007

Avalancha de indiferencia

Leyendo, viendo, escuchando y oyendo le queda a uno a veces la extraña impresión de que las víctimas somos nosotros, de que somos nosotros, los de este lado de la valla, quienes vivimos hambrientos y acosados y morimos ahogados.
Cada vez que leemos u oímos hablar de "avalancha" o de "oleada" instintivamente sentimos la necesidad de apartarnos, como si todos los inmigrantes del mundo se nos echasen de pronto encima, del mismo modo que sentimos deseo de protegernos cuando se nos dice que personas de tal o cual colectivo étnico asaltaron, atracaron, mataron, violaron, asesinaron... ¡Qué manía con etiquetar a la gente! ¡Como si morir por el disparo de un senegalés fuese más grave que por el de un grancanario!.
A veces las noticias no contienen sólo información, sino una flagrante indiferencia de quienes tienen la obligación de cuidar el lenguaje y tener presente que las palabras no son inocentes.
A los reincidentes habría que obligarlos a escribir cien veces: "Esas cosas no se hacen".

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3 comentarios:

JLuis dijo...

Pues si...

... los tratamientos mediático y político son una de las cruces con que cargan, sin comerlo ni beberlo, los inmigrantes.

Eso si... parece que, de momento, la cosa está cambiando. En los medios el debate interno está servido, y para muestra un botón, no?

Yo si creo ver cierto cambio... aunque se que en cuanto vuelva a ser políticamente ventajoso, el lenguaje volverá a distorsionar la realidad migratoria.

Precioso post. De verdad.

Un saludo.

Eifonso Lagares dijo...

Muy buen post y completamente de acuerdo contigo, algunos medios deberían realizar cursos de formación para sus redactores y que sepan utilizar y cuidar el lenguaje y ayudar con ello a una mejor integración de los inmigrantes. Un saludo

Guillermo Pardo dijo...

Me resulta bastante molesto el lenguaje despectivo con las personas en general, pero también ese otro hipócrita de los políticos y el del cursi que por no atreverse a llamar a las cosas por su nombre (un negro es un negro, ¿no?)produce rechazo y burla en los más reticentes a escuchar. Queda mucho por hacer y me parece que incluso deberían hacerse campañas informativas, como para evitar accidentes de tráfico, etc. Saludos.