martes, 28 de agosto de 2007

El pájaro, la mano y el reino

¿Más vale pájaro en mano que ciento volando? Es posible, pero depende del valor del pájaro.
Muchas decisiones, personales o colectivas, se toman en función de la experiencia popular atesorada en los refranes. Incluso muchas de nuestras conductas y actitudes ante momentos decisivos se fundamentan en esa experiencia cultural.
Pensaba en ello mientras leía la opinión que Alfonso J. Vázquez Vaamonde publicó en El País, texto más valorado por los lectores (382 votos) en las últimas 24 horas. En unas pocas líneas sencillas, medidas y comedidas, explícitas y muy efectivas, resume muy bien el valor del pájaro, la fortaleza con que lo aferra la mano y en qué reino es preferible reinar, inconveniente de no saber qué hay más allá...

7 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

El comentario y el hipertexto actualizan, ponen al día, cada cosa en su lugar y un lugar para cada soca. Como León XIII, a pesar de que sigan actualizados retrógradamente los fundamentalismos del siglo XXI.

Viguetana dijo...

Yo también he intentado escuchar la Cope alguna vez por aquello de poder juzgar por mí misma.
Pero la verdad es que hay que tener estómago para soportar tanta mala leche...

Lo que más miedo me da es que la cope sigue teniendo audiencia y esa audiencia se pasea a mi alrededor cada día.

JLuis dijo...

Otro refrán apropiado es aquel de "a Dios rogando..." y al servicio de intereses politico-económicos gritando. Un abrazo.

Eifonso Lagares dijo...

Por las mañanas al levantarme, mientras desayuno y hasta que salgo de casa la emisora que he escuchado de siempre es la Cadena Ser. Dicha emisora me parece que intenta manipular a sus oyentes, pero de una menra fina y discreta.

Ya en el coche, mi mujer y yo, en muchas ocasiones hemos cambiado el dial, por aquello de escuchar otras opiniones, cambiamos a la Cope. Y desde luego las veces que hemos realizado tal cambio acabamos muy defraudados y, lo digo en serio, me cuesta seguir escuchando a un señor que solo sabe insultar. Es lamentable que ese señor se pueda llamar periodista y pueda defender alguna idea com coherencia y sensatez.

Un saludo

Anónimo dijo...

Este es un país libre. La COPE y el "tomate" televisivo la oyen y ven los que quieren. Y al parecer hay muchos que quieren. Ese es el problema. Que la COPE sea de los supuestos seguidores de aquel que dijo "ama al prójimo como a ti mismo" es una ironía, una anécdota histórica. Un inglés (yo no, por supuesto), los llamaría, sin ánimo ofensivo y sí etimológico, "bastardos".

Im-Pulso dijo...

La existencia de la Cope y la bula legal de la que al parecer gozan las difamaciones que difunde demuestran, aparte de la iniquidad de sus periodistas y propietarios, que el Estado de Derecho está un tanto torcido. Me preocupa más la audiciencia que tiene esa cadena y la dejación de las fiscalías que las perversiones de las que hacen gala FJL y cía.

Guillermo Pardo dijo...

Nunca he sido partidario de las radios comerciales a causa de la publicidad, que comprendo, pero no soporto. Por ese motivo no escucho nunca la Cope y, curiosamente, las pocas veces que la he sintonizado, buscando otras emisoras, siempre la he pillado en la hora del Ángelus. Estoy de acuerdo en que se mantiene porque tiene seguidores, cosa que no me preocupa, pero sí las cosas que al parecer se dicen y que no se actúe judicialmente de oficio. Saludos.