David Martín: "Mi bitácora es medicina para los inconformistas que no quieren dejar de serlo"

No tiene aspecto de ratón de googleteca, pero es un roedor de conciencias. Su queso se elabora en las mazmorras de la injusticia social, lo funde con paciencia gandhiana y nos lo sirve, convenientemente testado, con exquisitez de gentleman graduado en fisiología del buen gusto. David Martín no es diplomático de profesión, pero su agenda, su otra agenda, lo transforma, a ojos de quienes seguimos sus reflexiones bitacoreras, en embajador de causas para no olvidar y esperanzadoramente no del todo perdidas. Por eso ha sido nominado para el Premio Bobs’ 07. Yo, lo digo sin rubor, he votado por La Otra Agenda como mejor blog en español. EntreBlogueros, no puede ser de otro modo.

-Desde que conozco tu bitácora hay algo que me ronda en la cabeza: ¿usas agenda clásica u ordenador de bolsillo?
-Una agenda clásica, pequeña, llena de notas y garabatos por todas partes.
-Me temo que sea cual sea la respuesta estás/estamos pillados porque fabricación y consumo tienen un coste más allá del económico que no es fácil de eludir individualmente. ¿Basta con fijarse, pues, en la etiqueta de un producto para rechazarlo por su procedencia y por sus componentes y contribuir así a aliviar dicho coste?
-Hace algún tiempo casi bastaba con ver la etiqueta, ahora no. La deslocalización ha llevado a las marcas a los mismos centros de producción en Asia, Latinoamérica... Ser consumidor responsable es cada vez más difícil porque requiere informarse más allá del Made in China y porque cada vez tenemos menos opciones. Además, muchas veces queda la duda de estar castigando al gigante y con ello, sin saberlo, beneficiar a otra marca menos conocida que actúa de la misma manera. Pero, al fin y al cabo, hay que comenzar de algún modo.
-¿Le ha ganado la partida el consumidor paranoico al responsable o sólo es un espejismo?
-En mi caso creo que estoy más de lado del consumidor responsable que del paranoico. Opino que nuestro consumo es una de las formas más directas de participación social o política en el mundo que nos rodea. Quizás la más directa, pues al fin y al cabo consumimos todos los días, todo el tiempo. Hay determinadas marcas que nunca compro o que evito consumir. También es verdad que hay determinados sectores en los que resulta más fácil ser consumidores responsables porque existe más información o porque existen más alternativas... Pero la globalización elimina esas opciones progresivamente, y hacerse radical con ello sería un sinvivir. Es muy difícil escapar del modelo de consumo establecido. Es inevitable, porque si te quedas sin gasolina y sólo encuentras Repsol, no tienes más remedio que repostar.
-Supongamos que llega la Navidad y que quieres regalar agendas a Sarkozy, Bush y Zapatero, ¿qué escribirías en las dedicatorias?
-Nada, no serviría de nada. Además, ni yo voy a gastar mi dinero en eso ni ellos manejan su propia agenda. Pero si tengo que mojarme más en la respuesta quizás les colocaría cada día una de las citas que aparecen aleatoriamente en mi blog. Por ejemplo, un proverbio de los indios americanos: “Los seres humanos tienen responsabilidades, no poder”, o la famosa frase de Gandhi: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Al fin y al cabo tienen la oportunidad de pasar a la historia como los representantes políticos que impulsaron un cambio positivo y definitivo.
-Naranja, amarillo, negro, blanco y verde son los colores básicos de tu blog. ¿Gusto, estrategia u homenaje a las banderas del mundo?
-Si te digo la verdad, no me había dado cuenta. Escogí esos colores simplemente por diseño, por legibilidad y estética.
-Si se pusiera en marcha un programa que se llamase “Cada ciudadano, un blog”, ¿cambiaría en algo el mundo?
-Sería maravilloso que todo el mundo tuviera oportunidades para expresar lo que tiene que decir. Y si ese programa imaginario estuviera montado tal y como lo imagino sería más maravilloso todavía: todo el mundo con acceso a la tecnología, con formación, libertad y tiempo para poder montar su blog si quisiera. Y redes inmensas de personas comunicándose y retroalimentándose. Estaríamos estresadísimos, cuidando nuestro “tamagotchi”...
-¿Esperas cambiar algo con el tuyo?
-Espero más bien no cambiar yo, mantenerme alerta, obligarme a pensar y no dormirme. Y si además sirve para que alguien reflexione conmigo o me haga pensar más, pues mejor todavía.
-¿En qué radica la fuerza de La Otra Agenda?
-Quizás en que intenta ofrecer una mirada alternativa, diferente, a lo que nos suelen contar todos los días. O en que intenta empujar permanentemente a hacerse preguntas. Viene a ser una medicina para los inconformistas que no quieren dejar de serlo. Pero creo que para ser justos eso habría que preguntárselo a los lectores porque para mí la fuerza son ellos, sus comentarios y aportaciones, sus correos electrónicos descubriéndome noticias o proponiéndome temas. Y no es un tópico decirlo: en realidad todo esto me da cada día más trabajo, pero es lo que de verdad sirve para sentir que el blog está vivo y que, de alguna manera, tiene ya su espacio en la red.
-Tu bitácora se hace eco de muchas cosas de interés social: derechos humanos, medio ambiente, infancia, calentamiento global... ¿A quién le calentarías globalmente las orejas?
-A todos aquellos que piensan que no pueden hacer nada para cambiar las cosas. No hace falta esperar a ser muchos para vivir conforme a lo que se cree. Gandhi no esperó, ni Wangari Maathai, ni Luther King, ni Peter Benenson...
-¿Escribir un diario personal imprime carácter, aporta glamur, promociona o produce dolores de cabeza?
-Nunca he llevado un diario personal. Pero si te refieres a escribir un blog creo que es una de las mejores ideas que he tenido en mi vida. Mantenerlo y dinamizarlo me resulta muy divertido, y sobre todo me permite estar más despierto e informado que nunca de las cosas que me interesan, ponerme al día. ¡Incluso ya me han ofrecido más de un trabajo! Además, me está permitiendo conocer gente, y no sólo en el mundo virtual.
-Parece que la solidaridad está de moda, ¿se convertirá en un sector económicamente pujante?
-La solidaridad mueve cada vez más dinero. Está acaparando los esfuerzos de cada vez más gente, voluntarios y profesionales, creando empleo y también muchas oportunidades para empresas responsables que quieren patrocinar o impulsar cambios sociales positivos. Hay cada vez más cursos de especialización en cooperación, derechos humanos, medio ambiente... Esto no pasaba hace años. ¿Es una moda, una estrategia del sistema capitalista para neutralizar los efectos de la solidaridad adueñándose de ella? No lo creo, a mí me parece buena señal todo este crecimiento. Ojalá la solidaridad nos hiciera ricos a todos.
-¿A quién crees que pertenece Cruz Roja?
-Pues a Johnson & Johnson no, seguro, independientemente de lo que digan los tribunales.
-¿Qué le propondrías a Jean-Jacques Annaud, director de El oso, si te pidiese que le sugirieses un tema para rodar un documental?
-Le sugeriría que le diera la cámara, la voz y los recursos a los defensores de derechos humanos que tratan de documentar injusticias en muchos lugares del mundo. Por ejemplo, en Colombia o en Palestina. Serviría para remover conciencias.
-No me cabe duda de que ganarás el Bobs’07 al mejor blog en español. ¿Te atreves a hacer un pronóstico y a decir quién es tu candidato?
-Te agradezco mucho lo que dices, aunque a mí no me cabe duda de que no lo voy a ganar. Afortunadamente, hay miles y miles de blogs en español, tantos y tan buenos que me resulta imposible pronosticar un resultado. Si me tengo que mojar, no me extrañaría que repitiera Nacho con La Huella Digital. Hace un trabajo enorme y de calidad, y otros muchos que sigo a diario. ¿Y por qué no Migramundo? Para mí, el premio es estar ahí y tener alrededor gente como tú, tan convencida y tan generosa en elogios. Llevo menos de un año con el blog y ya me parece muy grande que haya quien piense así.
-Imaginemos, por último, que todos los seguidores de tu bitácora nos reuniésemos en el Camp Nou y que en lugar del himno del Barça cantásemos: “¡David, dedícanos una canción!”. ¿Cuál elegirías?
-Si tuviera que cantar yo elegiría una muy corta, seguro. Y si es para cantarla entre todos ahora mismo se me ocurre Imagine, pero no la versión de John Lennon, sino la que cantaron a dúo Noa y Khaled en hebreo, inglés y árabe. Por cierto, no hace falta convocar la reunión en el Camp Nou, con una pista de fútbol-sala tenemos más que de sobra.

Pie de foto: ¿Qué busca Martín en el cielo?
Su primer post
Selección de contenidos de La Otra Agenda
El oso, de Jean-Jacques Annaud

Su elección musical:
Noa & Khaled cantan a dúo Imagine, de John Lennon
Versión en directo
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Da que pensar...
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El consumo es una de las formas más directas de participación social y política. David Martín
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