Tomo prestado el título de una sección del Centro Virtual Cervantes por dos motivos: porque me gusta y porque me parece acertado para sus objetivos.
Las “historias” se refieren, así lo entiendo, a las que mediante la ancestral oralidad se nos transmitió el conocimiento más remoto, así como a las personales de cada uno de nosotros, pues cada cual tiene la suya, por pequeña que sea. Y “debajo de la luna” se contaban, y cuentan, desde el comienzo de los tiempos en que el hombre utiliza el lenguaje como medio de expresión y comunicación.
De eso va la sección, que acabo de conocer y que está planteada para profesores de español. Va de historias de personas de otras culturas relatadas para nosotros por sus propios protagonistas, erigidos en modelos de aprendizaje y enseñanza que el Instituto Cervantes utiliza, inteligente y convenientemente, como método didáctico de conocimiento humano en tiempos en que la política partidaria, el sesgo y el temerario atizar de conductas xenófobas alimentan conciencias baldías.
Historias de debajo de la luna ofrece, de momento, nueve perfiles de personas procedentes de otros tantos países, exquisita y pulcramente trazados y condimentados con entrevistas y cuentos escritos por los propios protagonistas, relatores de su tierra y sus costumbres, de su percepción como extranjeros y ciudadanos de un país, España, del que ofrecen una visión que incluso nos hace sonreír. Sirva, como ejemplo, ¡Ay, qué calor!, de Ashok Beera.
Confío en que las disfrutéis.
6 comentarios:
No me ha dado tiempo a mirarlo todo pero en principio me parece una excelente iniciativa. Viendo algunos de los perfiles lo primero que pienso es lo afortunados que somos de tener entre nosotros y nosotras personas con tanta preparación intelectual y, sobre todo, calidad humana. Me cuesta creer que pueda haber alguien a quien le deje indiferente que la rusa, por ejemplo, haya pasado de psiquiatra y homeópata a limpiadora. Bueno,ojalá iniciativas como ésta sirvan de algo.
Yo estoy encantada de que cada vez haya más inmigrantes en cualquier país. Obviamente, desearía que todos llegaran en buenas condiciones y que pudieran llevar vidas dignas, cosa que no siempre ocurre.
Pero, por lo demás, estoy convencida de que la mezcla de culturas y razas por fuerza tiene que abrirnos la mente a tod@s.
Quiero creerlo porque, si no, esto va a durar "lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks".
Todas las historias que se han incluido en este programa me parecen muy ilustrativas del valor y del esfuerzo que hacemos las personas para superar nuestras limitaciones. El Centro Virtual Cervantes acierta al presentarlas de este modo para que los profesores tengan más argumentos en su cometido.
Gracias Vigue y June. Biquiños.
Como dice June una excelente iniciativa, y la historia ¡Ay qué calor! la he vidido en primera persona en más de una ocasión.
Ashok tiene más razón que un santo, es todo un topicazo.
Un saludo.
Me encanta. Una iniciativa de la que tomar nota. Yo estoy disfrutando cada historia, cada cuento y entrevista. Gracias por acercarnos esta joyita. Un abrzo.
Creo que ideas como esta deberían extenderse y llevarse a los colegios, una labor que el Instituto Cervantes podría hacer muy bien. Saludos.
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