jueves, 15 de noviembre de 2007

De la patera a la fama

De vez en cuando deberíamos recordar que somos mortales, tener presente que la vida da muchas vueltas y que nunca sabe uno en qué momento dejará de caminar en el sentido que lo hace para, a veces bruscamente, echar a andar en dirección opuesta sin mirar atrás. Para bien o para mal.
A modo de ejemplo lo explica perfectamente Antonio Rio Mavuba, apátrida nacido en el mar cuando sus padres huían de las atrocidades de la guerra en su Angola natal. Antonio -en la foto, el día de su presentación con el Villarreal- es afortunado. Tuvo la oportunidad de destacar en algo que lo ha sacado del anonimato, y probablemente de la indigencia, y supo aprovecharla.
Otros, como Alemayehu Bezabeh, no tienen menos aptitudes, pero parece que, de momento, sí tienen menos suerte.

1 comentario:

Waiting for Godot dijo...

Es muy conmovedor que la gente a pesar de todo lo que tiene en contra, logre sus sueños. Un beso.